✎2

2 0 0
                                    

Sin decir nada, tan solo sentía como estiraban mis mejillas, al igual que las aplastaban, me reía un poco ante lo que me hacia. Alzaba mis manos de igual manera apunto de agarrar sus mejillas ella me soltó alejándose un poco de mi colocándose en una pose de defensa. Me quede callada ahora yo, mientras hacia algunas señales de que se calmara. 

-Tranquila Amadís, yo no te hare nada, solo quería también agarrar tus mejillas, pero veo que no te guste- Comente mientras la miraba con una pequeña sonrisa. 

Nuevamente me miraba bajando un poco su defensa, a lo que yo me levantaba acercándome a ella con una sonrisa, acariciando su mejilla lentamente. Veía que intentaba hablar, pero decía cosas sin sentido, aunque de cambiaba de español a otro idioma a lo que yo no entendería. Escuchaba la campana sonar, era obvio que no llegaría con tiempo a mi clase, así que la miraba mientras le hacia algunas señales o algo que ella pudiera entender, así que empecé a usar el lenguaje de señas diciendo "Nos veremos acá, mas tarde, quiero hablar mas contigo"

Rápidamente correría hacia mi salón, al llegar mi profesor me veía molesto mientras me daba un pequeño regaño, del por que siempre debo llegar con tiempo a mis clases, pero prefería ignorarlo. Llegando a mi asiento me sentaba viendo como nuevamente la chica pasaba rápidamente por la ventana de la escuela, a lo que yo solo la miraba, parecía que solo yo la veía pero no le tome importancia, ella imitaba las señas que yo le hice antes. 

Me parecía tan tierna al ver como actuaba, parecía una niña pequeña, de un momento a otro agarraba aquel arco que llevaba al igual que una de las flechas disparando hacia un maestro mío, pensé que esta le haría daño por lo que me asuste, pero al momento de llegar a el maestro se desvanecía con un pequeño humo rosado. Suspire al ver aquello, me sentía aliviada de que el maestro no fue dañado, pero veía como este se fijaba mucho hacia la maestra que pasaba a su lado, el rápidamente iría hacia ella. 

En ese momento la pequeña Amadís sacaba una lista tachando algo con una pluma rosada, sonreía mirándola, hasta escuchar a mi maestro comentando que era el mes del amor y la amistad, conocido como febrero. 

-Mis queridos alumnos, mejor prepárense, por que cupido de seguro ya anda rondando por todo este mes, formando parejas y haciendo felices a varias personas- Decía mi maestro, a lo que yo rápidamente miraba hacia la chica que volaba aun por mi ventana, tomando en cuenta quien era realmente. 

Sin decir nada aun miraba a la chica haciéndole algunas señales, agarraba mis cosas y se las pasaba a un amigo comentando, que me lleve mi mochila a mi casa. Tomaba mi celular  rápidamente, y pedía permiso para ir al baño, al obtener aquel permiso, rápidamente correría hacia la salida de la escuela. Notando como este me empezó a seguir, no dejaba de correr hacia mi casa. 

Llegaba a mi casa después de un rato, viendo como ella también entraba. Sonreía al verla ya dentro de mi casa. Tomaba una libreta sentándome en el sofá escribiendo algunas cosas, mi intención era enseñarle mi idioma, quiero saber mas de ella, y eso de ser cupido, genial, conocer a cupido en persona. Aunque puede que sea solo mi imaginación.

Enamorada de cupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora