Ten. Mom

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SAINT WEASLEY, FRED WEASLEY

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SAINT WEASLEY, FRED WEASLEY
.˚ ୧ ❜ Mom ━━
. ࣪ ˖ ∿ fred weasley. ✧ ༘ ꒷ㅤ

Sábado por la mañana, un día antes, Perennelle viajó hasta Inglaterra para asegurarse que su bisnieta no esté en el lugar que menos deseaba visitar.

—¿Sigues nervioso? —preguntó Remus a Sirius, quien movía su pie con desesperación.
—Se que vendrá —lo miró— no la había tenido conmigo desde hace catorce años —Sirius dirigió su vista a su hija que hablaba animadamente con Tonks lejos de ellos dos.
—¿Aún pensando en eso? —Kingsley apareció con una pequeña taza en su mano.
—Cómo no hacerlo, Kingsley —Sirius bajó la voz convirtiéndolo en un suspiro.
—¿Sabes? Deberías salir a despejarte —se sentó junto a Remus— te ves muy tenso.
—Lo pensaré —Sirius miró a sus amigos sonriéndoles cálidamente.

Por otro lado, Tonks y Rose hablaban animadamente acerca de los hits recientes del mundo muggle.

—Hace un par de días escuche una canción muggle muy buena —habló Tonks con tal emoción— se llama bombastic, de shaggy —Sonrió y Rose abrió la boca.
—Oh, si la he escuchado, es muy buena —le sonrió— también sé de una que escuche antes de navidad, mi abuela escondió mi radio porqué en serio, no paraba de escucharla día y noche, la canción Fantasy de Mariah Carey

Un estruendo sonó cerca de la sala de estar, y la molesta voz de Perennelle comenzó a escucharse a grandes pasos.

—¡Aquí estás, mocosa malcriada!

Perennelle se acercó a gran velocidad totalmente roja de la furia, Agnes caminaba detrás de la anciana, estaba cabizbaja y triste.

—¡Nos iremos en este instante! —Perennelle sostuvo fuertemente el brazo de Rose.
—¡¿Usted quien es?! —Tonks saltó apuntando a la anciana con su varita.
—No es de tu incumbencia, cabeza de chicle, Rose Agnes Black, ¡¿Está es el tipo de gente con quien te resguardas, pequeña cobarde?! —La mujer miraba con desprecio a Tonks, quien su cabello cambió a un color anaranjado intenso.
—No soy ninguna cobarde —Rose apretó los labios.

Un gran perro negro saltó gruñendo a la mujer mayor, parecía tan enorme que la ultima vez vio a su padre en su forma animal. La mujer chasqueó los dedos y como si una soga hubiese halado a Rose desde el centro de su ombligo dejo de sentir el piso, en un segundo ya estaba el suelo bajo sus pies y en casa de su bisabuela, Perennelle miraba furiosa a Rose.

—¡¿Quieres explicarme por qué te fuiste de esa manera?!
—No te debo ninguna explicación —Rose alzó la voz mirando a la anciana.
—Vives en mi casa y tengo todo el derecho de saberlo —la anciana gruñó.
—Yo hablaré con ella —La mamá de Rose intervino.
—No, Agnes —Perennelle levantó su mano negando con su dedo índice— ¡GUS!

La mayor gritó el nombre de un elfo y este apareció brillándole los ojos al ver a Rose.

—¡Ha vuelto, Rose ha vuelto! —el pequeño elfo daba saltos de alegría y se postraba a los pies de Rose.
—¡Elfo idiota! —Perennelle golpeó la cabeza de Gus— Escucha bien lo que te diré —apuntó al elfo— lleva a Rose al cuarto negro.
—¿al c...cuarto negro? —balbuceo el elfo.
—¿Qué no oíste?, ¡llévala enseguida!

Gus guió a Rose a través de la gran casa hacia los últimos cuartos de esta.

—Gus lo lamenta mucho —limpió su nariz con la manga de su ropa rasgada.
—No pasará nada —Rose sobó el delgado brazo del elfo.
—No diga incoherencias —el elfo se encogió— ¿ya olvidó cuando usted era una niña venía a este cuarto? —Gus tragó pesado.
—Aún lo recuerdo Gus.

Rose entró a la habitación, el elfo salió con los ojos húmedos, Rose observó el lugar en silencio, vino a su mente la vez que su abuela la mando a esa habitación por derramar tinta sobre un pergamino sin importancia, Perennelle estaba tan furiosa que la abofeteó, Rose no resistió al llanto y su bisabuela ciega de la furia sacó su varita y le lanzó dos veces el hechizo crucio. A la edad de siete años había sido puesta bajo el dolor intenso de aquel hechizo, duró en la enfermería un día y medio, y ese fue el método que su bisabuela comenzó a usar para castigar a Rose.

Mientras Rose estaba sumida en sus recuerdos en esa habitación, la puerta se abrió de golpe y entró Perennelle con su varita en su mano derecha, cerró la puerta tras de ella.

—¿Qué hacías en esa casa? —preguntó la mujer mayor.
—Me perdí mientras practicaba aparecerme —Rose mintió.
—¿Casi un mes perdida? —Perennelle se mantenía seria analizando el rostro de Rose.
—Me buscaban, estaba en peligro y ellos me protegieron —Rose habló mientras sus manos comenzaban a sudar.
—¿Protegerte? Este es el lugar más seguro en el qué jamás estarás —Perennelle jugueteaba con la varita entre sus dedos.
—¿Seguro? ¿cómo podré estar segura contigo aquí y los hombres que vinieron ese día?

Perennelle abrió los ojos de par en par y su rostro s transformó en una mueca de molestia.

—¡Déjate de idioteces, Rose! —el rostro de Perennelle estaba tan blanco de furia.
—¿Idioteces? —Rose habló confundida— ¿no te gusta que te diga la verdad, cierto?

Perennelle miraba a Rose tratando de formular una oración, apretaba fuertemente su varita como si fuese a romperla en dos.

—Tu madre no puede hacer nada contra mi —dijo segura— el día en que el chico heredero aparezca tampoco podrás defenderte de mi, de lo contrario mirarías, ¿acaso no te has preguntado por que tu mamá cede a todas mis peticiones?

Rose miró incrédula a Perennelle, tanto Sirius como Agnes no podían hacer nada en contra de ella, ambos no se ponían a la defensiva con Perennelle, siempre accedían de mala gana.

—¿Los obligaste a hacer un juramento inquebrantable? —Rose preguntó tranquila. Perennelle no respondió — ¿Los obligaste a hacer un juramento inquebrantable? —Rose repitió alzando la voz.

Perennelle levantó su varita apuntando a Rose y pronunció el maleficio criciatus, Rose comenzó a caer al suelo mientras su cuerpo entraba en un shook y dolor insoportable, Perennelle continuó lanzando el hechizo con tanta maldad que Rose comenzó a cerrar los ojos, por más que trato de luchar y mantenerse despierta no pudo resistir.

Perennelle salió de la habitación y el elfo que la esperaba afuera entró para seguir las órdenes que le habían sido asignadas a Gus, el elfo. Entró y se sentó junto a Rose, por medio de un chasquido apareció en la habitación de Rose y la dejó sobre la cama, salió mirándola por última vez y apareció al lado de Agnes.

—A...ama —habló el elfo— Rose se encuentra inconsciente en su habitación

Agnes se puso rápidamente de pie y subió deprisa hacia la habitación de Rose, entró haciendo un poco de ruido y vio a su hija tendida en la cama, tenía una lágrima fresca en su mejilla, se acercó a ella y limpió la lágrima.

—Perdón por no poder defenderte, cariño.

Agnes espero pacientemente hasta que su hija tomara conciencia, una vez que Rose despertó y le dio un vaso de agua.

—¿Cómo te sientes? —Agnes preguntó acomodando un mechón rebelde del cabello de Rose.
—Bien —miró a sus madre aliviarse
—¿Ella los obligó a hacer un juramentos inquebrantable? —Rose preguntó y la vista de su madre se nubló.
—Cuando ella supo que estaba yo tenía dos meses de embrazo, tu bisabuela estaba furiosa —comenzó a hablar su madre— Sirius no era el hombre que ella esperaba con el que yo me casaría —miró a su hija— nos permitió que nos casáramos con una condición.

Rose miraba atenta a su madre quien hablaba en voz baja.

—Nos obligó a hacer un juramento inquebrantable, no podemos hacer nada en contra de ella, eso incluye defendernos —aclaró— Éramos jóvenes y queríamos estar juntos, y sólo estuvimos juntos por dos años.

Rose miró a su madre que hablaba con un tono de tristeza, miraba rápidamente a su hija o desviaba la vista, eso quebraba a Rose.

Saint Weasley ⸻ Fred Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora