O16

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Estaba literalmente triste, deprimido y desanimado, sad, depressed and discouraged, you know, the same but in English duh.

Quería gritar, llorar y hasta había pensado en rasurarse la cabeza y supo entonces que estaba desesperado por una señal, tan sólo una solita.

—Jodido Bang, ¿qué estás esperando para acorralarme y besarme? mi sensei me dijo que no cayera y aquí estoy, ¡a tus pies!.—aventó por séptima vez algo hacia la puerta, habían alrededor de tres almohadas, tres peluches y una pantufla.

Llevaba días esperando que Bangchan lo invitara si quiera a cuidarle la puerta del baño ¡pero nada! no le había hecho ninguna invitación.

Eso tan sólo lo hacía creer que había jugado con sus sentimientos, incluso había llorado unas cuantas veces en momentos que la debilidad lo vencía y acaba envuelto en los brazos de sus mejores amigos o entre sus peluches, mostrando su lado sensible y apagado de él que casi nunca se veía a menudo ya que generalmente era ese torpe, tierno y ansioso muchacho que tocaba tu nariz o frente con su dedito y te iluminaba la vida entera.

Pero se estuvo tocando su frente y la puntita de su nariz pero nada, absolutamente nada ocurría, no había color ni un radiante sol, sólo había lluvia y cielo nublado, aunque a él le le gustaba ese clima, en este momento lo ponía triste.

¿Qué había hecho mal? ¿quizás habría sido muy fastidioso? ¿muy obvio? ¿muy torpe? ¿lo había espantado? ¿o sus amigos lo hicieron al hacerlos ir vistiendo de monjas? ¡ese changbin! su culpa.

Justo cuando estaba todo deprimido rodeado de peluches y mantas, con sus persianas cerradas, la puerta fue abruptamente abierta y una chirriante voz femenina hizo eco en su aparición.

—¡Hola mi pequeño Lixie!.—aquella pelicorta muchacha delgada de estatura promedia entró mostrando su radiante sonrisa que decayó en cuanto vio que lo único que iluminaba la habitación era la luz de afuera que ella misma había dejado pasar al abrir la puerta, y además de eso, el estado de su pequeño primito pecoso.

El menor rápidamente se sentó en la cama y observó con sus ojitos brillosos a su ángel, porque su prima siempre estaba en los momentos más difíciles par él.

—¡Chaewonnie!.—chilló saliendo de sus mantas para correr hacia la adversa y abrazarla, igual a cómo solían hacer de niños; en donde el pequeño Felix se caía de su bicicleta casi a diario y ahí estaba su prima para calmarlo, acurrucarlo entre sus brazos y acariciar su cabello como si fuera su madre o una hermana mayor.

Justamente a cómo estaban ahora, sentados en la cama aunque Felix parecía un gatito sobre su dueño, buscando atención y cariño después de algún malito regaño contándole en suaves susurros el porqué de su tristeza.

—... y todavía no me ha invitado a una cita oficial, creo que sólo estaba jugando conmigo y ya se aburrió de hacerlo.—bufó, haciendo un infantil puchero cuando había finalizado de contar su según él "trágica historia" junto al australiano mayor. Chaewon para ese entonces simplemente había llegado a la conclusión de que su adorado primo pecoso estaba exagerando las cosas pero para ser su primera experiencia lo dejaría hacer todo el drama existente del mundo mientras ella iba a consentirlo.

—Hmm, Lixie es hora de salir de ese caparazón y olvidar a ese chico al menos por lo que resta del día ¿me entiendes?.—palmeó su espalda apartándolo para levantarse y seguidamente ofrecerle su mano para ayudarlo, el australiano la miró horrorizado.

Cute fanboy ੈ ♡‧₊ bangchan + felix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora