¿Monstruo o Particularidad?
Despues del horrible ataque a la familia real de Vlad Tepes Dracula, el rey vampiro se ve forzado a proteger a la unica familia que le queda. Su joven hija (T/n) Tepes Dracula. Con la poderosa magia de su hechicero Kronos...
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(Este fragmentos de corazon se ubica antes de que tu descubrieras aquellos secretos que tenian All Might, Aizawa y tu clase entera)
Era la tercera ducha de ese dia.
Le ponia los pelos de punta darse cuenta que era la tercera.
Se prometia una tras otra vez, que seria la ultima.
Que equivocado estaba.
Lo presentia.
Mas, nunca le gustaba aceptarlo.
¿Como lo aceptaria?...
Era imposible.
A ojos cerrados, sintiendo el agua tibia caer por su cuerpo desde arriba, relajando casa fibra de su ser; posó su frente en la pared helada del cuarto de ducha blanco. Inhalando hasta que no podia con otro soplo de aire mas en su estomago, lo dejo salir todo con desgano. Golpeando su frente debilmente contra el marmol de la pared de baño.
Abriendo con lentitud sus ojos, paso saliva. Resintiendose con fervor por tales imaginaciones...
El hecho de sus sentimientos amorosos hacia (T /n) eran solo aceptados en su interior. Jamas podria declaraselo...
Simplemente estaba mal.
Muy mal.
A pesar de estar en cuenta de ello, se habia encontrado en que...no podia deshacerse de tales sentimientos...
No podia.
Lo intento miles de veces...
Sin exito alguno...
Asi que, dejaria que ese amor tan grande se quedara en los confines de su ser por siempre.
Pero ese amor crecio, y crecio hasta que comenzo a ahogarlo.
El amor tomo la mano del deseo sin decir mas.
Ahora, gracias a tal evolucion, su mente se veia plagada de imagenes, ideas donde su bella gatita era la protagonista.
Cuando se decidia despertar de tales bellas escenas, tratando de tranquilizar el veloz palpitar de su corazon, en ocasiones era demasiado tarde...
Su miembro medio duro o duro completamente resaltaba en sus negros pantalones.
Para su desfracia estas ocadiones iban incrementando.
Trataba de ubicar su atencion completa a cualquier otra cosa. Funciono en un principio para bajar su excitacion. Al pasar el tiempo, dejo de hacer el efecto que buscaba.
Ubicandolo en su recurrente problemilla.
Resolviendolo con un buen baño de agua fria para evitar autocomplacerse. La idea, por atractiva que fuese, le generaba asco en su persona. Una verguenza incalculable. Se sentia sucio.
