Emboscada

Hasta que me mordió

N/A: Debo decir que escribir este capítulo fue más emocional para mí de lo que esperaba. Tocó una fibra sensible. Además, dijimos adiós a SnK hace muy poco y me alegra que tengamos la opción de mantener vivos a sus personajes mediantes los fics. El Levihan seguirá vivo mientras los shippers lo mantengamos así.

Sé que la ship LevixFarlan puede no ser del gusto de todos, pero me entretiene poder contar una historia donde Levi es LGBTQ+ como yo :D 

Hay un breve Hanji POV al final. ¡No me resistí!

TW: Depresión. Pérdida de un ser querido. 

***

-No creí que me llamarías-comentó Hanji, con un tono distraído. Estaba preparando un ramo de flores, dándome la espalda. No podía dilucidar el gesto en su rostro y eso me inquietaba. 

Hanji me había pedido que la fuese a buscar a la florería, un local acogedor que miraba a la ciudad desde una esquina. Había pasado por ahí cientos de veces antes, pero nunca se me pasó por la cabeza entrar ni prestarle un segundo de mi atención. Claro era que en ese tiempo Hanji no estaba aún allí. Quién sabe, tal vez si ella hubiese estado ahí si me habría fijado.

En ese momento, sí que me fijaba en ella. Llevaba un jumper anaranjado con un chaleco negro de cuello alto por debajo, le colgaba una cadena dorada del cuello. Su cabello ondulado lo llevaba suelto y le caía desordenado por los hombros. Se veía sencillamente hermosa y noté que no me había percatado de ello las primeras veces que la había visto. No me había fijado en que era hermosa. Supongo que puedo ser así de idiota a veces, pero también la belleza no era algo que captara mi atención por sí sola.

-¿Por qué?-le pregunté por decir algo, me sentía algo desorientado.

-No pareces ser del tipo de persona a la que le importan este tipo de cosas-se encogió de hombros. Movía los tallos de un lado para otro, no parecía que lo que estaba haciendo con ese ramo tuviera mucho sentido.

¿Qué tipo de cosas? ¿A qué se refería? ¿Al romance, a las citas? Sí, puede ser. ¿Socializar? ¿Pasear? ¿Ir a tomarse un café por ahí? Sí me gusta, aunque no se me note.

Continuó dándome la espalda mientras veía el ramo, así que caminé unos pasos a su lado para ver aunque sea su perfil. Me sorprendió descubrir que estaba ligeramente ruborizada y ella no pudo evitar descubrir mis ojos inspeccionándola. Entró un cliente por la puerta y ella saltó de la sorpresa.

En la tienda trabajaba un chico joven y nervioso  y él atendió al cliente. Hanji se sacudió las manos y me indicó que ya podíamos marcharnos.

Resultaba que el café que ella tenía tantas ganas que yo conociera, era un sitio bien raro. Tocaban música rara, iba gente rara y tenían una decoración rara. Si quisiera describirlo mejor, no podría. Parecía el último lugar que a mí me interesaría pisar sobre la tierra, se veía desaseado. Hanji era regular en el lugar, una de las baristas la saludó por el nombre. Nos dieron una mesa en el único balcón del lugar, con vista al centro y a su florería.

-Me alegro que me llamaras. No he tenido la oportunidad de conocer muchas personas desde que llegué. No le tengo mucho aprecio a esta ciudad y nunca pretendí volver, pero aquí estoy-musitó con cierto desgano. 

Quería preguntarle porque no le tenía aprecio, pero no me gustaba ser entrometido.

-Yo no he tenido la oportunidad de salir mucho tampoco, a decir verdad. Ha sido un año de ermitaño para mí-un garzón nos entregó nuestro pedido y yo contemplé mi pedazo de torta con impacto-Este lugar me parece horroroso, pero al menos salí, ¿no?