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─¿Nadie huele eso? ─preguntó Yeonjun, oliendo el aire, mientras su sonrisa era reemplazada por un ceño fruncido. Taehyun golpeó su cabeza contra el muro en shock saliendo de su distracción.

─¿Oler qué? ─dijo Soobin, olisqueando alrededor tratando de encontrar lo que sea que el joven alfa estuviera sintiendo.

De repente otra oleada de calor golpeó a Taehyun y sintió algo derramarse desde un lugar bastante obsceno. El cabello de su nuca estaba pegado a su piel con sudor desde la práctica, pero ahora goteaba. Taehyun mordió su labio tratando de retener pequeños gemidos, con las manos en el piso hechas puños y los nudillos volviéndose blancos.

─¿Realmente no huelen eso? ─Yeonjun preguntó de nuevo, sus ojos estaban sutilmente rojos. Taehyun miro alrededor para comprobar que nadie hubiese posado la mirada en él. Increíblemente, ninguno miraba hacia su lado, toda la atención estaba en el joven alfa.

─Bueno y ¿qué es ese olor? ─dijo HueningKai riendo, tomando el asunto como un juego. ─¿Cuántas palabras? ─preguntó levantando tres dedos, lo que hizo que Beomgyu se carcajeara junto con él.

─¡Lo digo en serio! ─replicó Yeonjun. ─¿Ninguno lo percibe? ─sus ojos buscaron por la sala, encontrando a su compañero. ─Taehyun, ¿tú lo hueles? ─dijo, ignorando el estado en el que se encontraba el otro.

─¿Realmente hay algo que ole...? ¡ah! ─quiso decir el castaño, pero una nueva ola de calor lo golpeó y lo dejó jadeando.

Los ojos de Beomgyu se abrieron de golpe cuando oyó el gemido. Pudo incluso sentir como sus ojos se ponían rojos de deseo al instante. Por supuesto, los alfas siempre tenían necesidades, pero nunca tan fuertes. Mirar a Taehyun fue su primer error. De repente todos sus instintos de alfa le decían cosas diferentes, pero todas dirigidas al omega.

Muerde.

Lame.

Chupa.

Saborea.

Tómalo.

Reclamalo.

Beomgyu no era posesivo en lo más mínimo. Pero el pensamiento de que cualquier otro alfa pudiera llegar a tocar a su omega lo hacía enceguecer de ira pura.

La tentación de reclamar al omega, en ese preciso momento y en ese mismo lugar, se volvía casi incontrolable.

─Taehyun, ¿estás bien? ─HueningKai se deslizó por el suelo para encarar al menor. Taehyun trató de responder con algo más que jadeos y gemidos bajos. Optó por asentir levemente cerrando los ojos.

Entonces una ola de olor familiar lo golpeó incluso más fuerte que las olas de calor. Taehyun tenía los ojos cerrados, pero sabía de quien era el cuerpo que lo encarcelaba.

Recordó el aroma potente y penetrante. Sus sentidos se habían sensibilizado, sentía todo con detalle, como si fuera a estallar.

─Mío ─gruñó el alfa sobre su cuello, haciendo que otra ola de calor le dieran de lleno y que más humedad se filtrara fuera de él.

Su mente estaba nublada por la necesidad de ser reclamado, llenado.

─Beomgyu... ─los ojos de Taehyun se abrieron sorprendido cuando escuchó el gruñido del líder de la manada. Todos los alfas, excepto HueningKai, tenían los ojos de un profundo y sangriento rojo.

Soobin se estaba acercando con cautela al acalorado omega y Yeonjun tenía el rostro enterrado en el cuello de HueningKai, tratando de usar el aroma de su compañero para calmarse.

honey, you're an omega ↯ beomhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora