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Después de haber tenido su tercer orgasmo en esa tarde, la única cosa que Taehyun no se esperaba era ser aprisionado contra la cama.
Quien sea que lo estuviera haciendo, estaba respirando contra su cuello. Aspirando el natural y atrayente afrodisíaco que desprendía por su celo.
Normalmente en una situación como ésta, Taehyun hubiera estado tratando de zafarse, pues ser inmovilizado de esa manera por un alfa mientras estaba en su celo seguramente terminaría en un indeseado desenlace. Pero se sintió relajado ─si acaso era posible─ contra el cuerpo que lo presionaba desde atrás.
Cálidos labios besaban y mordisqueaban su hombro, subiendo hasta su oído. Taehyun ajustó su agarre en las sábanas que tenían debajo, dejando salir suaves gemidos aquí y allá. Un brazo serpenteó alrededor de su cintura tirando de él hacia atrás, presionandolo contra los jeans del otro.
─¡Ah! ngh... ─el gemido salió de Taehyun mientras se mordía los labios. Los jeans del otro se sentían ásperos contra la desnuda parte trasera de Taehyun, la tela presionandose contra él dolorosamente.
Quería más.
Una lengua talentosa trazó el contorno de la oreja del omega, mordiendo y chupando el lóbulo. El aliento caliente de la boca del otro enviaba escalofríos por la columna de Taehyun.
─Hey, muñeco... ─ronroneó Beomgyu, tomando en sus dedos algo del semen que estaba sobre el estómago del mayor. Taehyun no pudo devolverle la mirada, estaba avergonzado, muchísimo. Entonces escuchó el sonido de succión y rápidamente giró para ver al alfa lamer la blanca sustancia de sus dedos. Taehyun agarró la muñeca de Beomgyu.
─Beomgyu, ¡eso es asqueroso! ─Beomgyu solo rió burlonamente y señaló con sus ojos hacia la transparente sustancia que descendía por los muslos del omega. El mayor se sonrojo y evitó su mirada.
─Se ve que te haz divertido, pequeño ─comúnmente el sobrenombre calmaba a Taehyun cuando venía de Soobin, pero viniendo desde Beomgyu, sonaba absolutamente pecaminoso.
Taehyun lloriqueó en respuesta, cerrando sus ojos y mordiendo sus labios. De repente, se encontró boca arriba y con las piernas abiertas. Sintiéndose expuesto trató de cerrarlas pero unas fuertes manos le impidieron hacerlo.
─Ya llegamos hasta aquí... ─dijo Beomgyu a la vez que bajaba para clavar los dientes en los muslos del mayor, creando una colección de marcas rojizas. ─No te avergüences frente a mí ahora, bebé.
En ese instante, el omega probablemente parecía haber sido atacado por mosquitos, pero sólo en los muslos. Taehyun no podía comprender ninguna palabra a esta altura de la situación, no cuando la boca de Beomgyu estaba literalmente a milímetros de su pene. Sacudió sus caderas tratando de conseguir que los labios del alfa se acercaran más, pero para su desaliento, Beomgyu se levantó, sentándose sobre sus talones.
