Cinco: Consecuencias de un capricho y lágrimas del recuerdo.

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Cinco años fue el tiempo que Satoru Gojo se pasó investigando hacerca del paradero de Itadori Yuuji

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Cinco años fue el tiempo que Satoru Gojo se pasó investigando hacerca del paradero de Itadori Yuuji.

En ese tiempo, las iluciones y pesadillas aumentaron considerablemente, de tal manera que pareciera que Yuuji nunca se fue de la casa en la que se encontraba y que si no fuera por qué cada ves que lo intentaba tocar y este desaparecía, creería que era real y no una ilusión.
También estaban las pesadillas que seguían siendo las mismas cada vez que dormía, aún así eso no quitaba el hecho de que era aún doloroso.

En esos largos años también se dio cuenta de muchas cosas, como de que aún seguía enamorado de Yuuji y que extrañaba mucho su presencia, y que en realidad nunca había amado a la mujer y solo fue un capricho suyo.

Un capricho el cual hizo que se divorciaran de la persona que en verdad amaba y que ahora esa persona desapareciera de su vida quien sabe por cuántos años, además de eso, ese capricho también causo grandes perdidas a su empresa, el cual perdió una gran cantidad de dinero e hizo que la calidad de sus productos bajarán considerablemente, tanto así que su marca que se posiciono en el puesto número a nivel mundial se desplazó hasta llegar al puesto número once, osea, no siquiera entraba al Top 10 mínimo, y todo por culpa de esa maldita zorra que estubo usándolo todo este tiempo para robarle su dinero y luego desaparecer de la faz de la tierra.

Y ojalá que se atreviese a aparecer frente a él, por qué jura que la tortura de tal manera que desearía estar muerta.

Ahora mismo se encontraba en la sala, sentado en el sillón abrazando un peluche que pertenecía a Yuuji, el cual le había regalado en esos tiempos de noviazgo, cuando recién estaban empezando. Mirando con lágrimas que caían de sus ojos el gran televisor plasma que proyectaba videos del día de su boda con el menor.

Por Díos, ese día Yuuji se había lúcido y era mucho más hermoso de lo habitual, con su traje blanco y esa gran sonrisa brillante, además de esos ojitos avellanas que lo miraban con el más profundo y sincero amor que nunca alguien le habría podido dar en su vida.

—¡Cariño~! —le llamo en aquella grabación, enfocando la cámara en el menor que se giró a verlo al escuchar su voz.

—Oh, Hola amor —respondio Yuuji, dándole una sonrisa de lo más cálida que hizo acelerar su corazón.

—¡Ah! —exclamo, recuerda que en ese momento se puso una mano en el pecho sintiendo los latidos acelerados de su corazón— ¡Sin dudas mi ahora esposa es la persona más dulce y tierna en este planeta! —elogio, lo que hizo al contrario sonrojarse de gran manera y que baja su mirada para tratar de ocultar su nerviosismo, haciéndolo reir— ¿De que te apenas esposa mía? ¡Si es la verdad! —continuo hablando, poniendo cada vez más rojo al menor.

—Go-gojo y-ya ba-basta —pidio el menor tartamudeando sin atreverse a mirarlo a causa del nerviosismo.

Lo que le hizo reír una vez más, acercándose al menor para abrazarlo de la cintura mientras estiraba su otro brazo hacia arriba para enfocarlos ambos.

Volverte a ver (GoYuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora