Último Aliento

Capitulo 3: Marcela

León.

Desperté al sentir una tela mojada contra mi pierna, me quejé un poco, pero al abrir los ojos vi que Bela estaba cambiando el vendaje de mi herida.

-Gracias -le dije.

No me respondió, no importaba, de igual forma no la volvería a ver.

Cuando terminó de cambiarme la venda, se alejó para apagar lo que quedaba de la fogata y para guardar sus cosas. ¿Reamente se quedó despierta toda la noche?

Intenté levantarme poco a poco, pero tambaleé al hacerlo, era más difícil mantener el equilibrio de lo que creía. Me acerque a Cris que todavía estaba inconsciente, conociéndolo no tardaría en despertar.

Me acerque a él y golpee un poco su cara a modo de broma.

-Ey, Cris, despierta -no despertó, normalmente lo haría.

- ¡Amigo despierta! -le moví la cabeza más fuerte, seguía sin responder; estaba vivo eso lo sabía, pero le estaba tomando demasiado despertar.

Bela, quien estaba a espaldas mías alejada en el bosque, se dio cuenta de que andaba mal, lo supe por lo rápido que llegó a mi lado.

Agarré a Cris del cuello de su camisa y lo moví con más fuerza.

- ¡Cris, no juegues carajo! -Esto ya no era una puta broma, Cris no despertaba; Alicia me detuvo, me hizo volver a acostar a Cris y ella inmediatamente revisó la herida que traía, se veía bien, no se había abierto, aún así Alicia directamente puso su palma en la frente de Cris.

-Fiebre- Me dijo, me acerqué y puse mi palma en la frente de Cris, estaba ardiendo. En cuanto lo toqué empezó a quejarse de dolor.

-Consecuencia de una infección -siguió hablando- si no tratas la enfermedad apropiadamente con medicamentos desde que se presenta, a largo plazo...

-Le será mortal -interrumpí.

-Es correcto -me dijo

No teníamos medicamentos, si no tratábamos su herida correctamente la infección de apoderaría de todo su sistema, y no me puedo permitir llevar más malas noticias al refugio.

-Trátelo lo más que pueda -empezó a decir Bela mientras recogía sus cosas. Es cierto, ella no nos iba a ayudar, si me ayudo a noche no fue por un acto de bondad, solo se acerco a ayudarme porque le ofrecí una recompensa.

-Aún queda pendiente el pago que me debe -me reclamo, no lo había notado antes, pero llevaba rato hablándome de usted y de una manera muy formal. Supongo que es un hábito sin importancia.

Tenía que hacer algo, si no trataba a Cris moriría en cuestión de días, no podía caminar y el refugió estaba a 7 días a pies, no podía llevarlo en las condiciones actuales.

Bela prácticamente estaba esperando a que le diera su recompensa para ya irse. Me levanté y le entregué mi rifle como recompensa, era lo único que tenía para ofrecerle. Ella lo acepto un poco extrañada, talvez decepcionada; me dio la espalda y empezó a alejarse de nosotros.

- ¡Espera! -Le grité. Ella se detuvo y me miró por encima de su hombro. Me acerque a ella cojeando.

- Te ofrezco el triple -le ofrecí

- ¿Perdona?

- Si, ayúdame a mí y a mi amigo a llegar a nuestro refugio y a cambió te doy el triple de provisiones cuando lleguemos allá –

No me respondió, me miró directo a los ojos y desvió su mirada hacía Cris que yacía en el suelo.

-Si no lo atiendo rápido morirá y no me puedo permitir eso, me ordenaron que lo protegiera -le dije con la ligera intención de convencerla de ayudarnos. Si se negaba no podría cuidar bien de él, pero, sobre todo, no lograríamos sobrevivir- Anoche noté que te estas quedando si provisiones por habernos ayudado, si no estas convencida, al llegar te daré también 2 armas a escoger con munición de sobra, y luego podrás irte. No te causaremos problemas.