Blake estaba abrazando sus piernas con muchísima fuerza, hecha bolita en un rincón de la habitación que compartía con el equipo RWBY, tratando de no ser vista de buenas a primeras, escondida en las sombras... Necesitaba estar sola, porque así es como se sentía: sola. Había estado todo el día con la cabeza llena de pensamientos sobre Adam y la relación abusiva que habían mantenido... Sintió miedo. Un miedo irracional a que en cualquier momento entrara por la puerta o la ventana y la llevara con él a la fuerza. Después de todo, estaba obsesionado con ella. Intentaba dejar de pensar en eso de alguna manera pero le costaba muchísimo. Su mente estaba nublada y el miedo se estaba apoderando de ella. Necesitaba calmarse, y necesitaba hacerlo ya.
Justo en ese momento escuchó un ruido y se abrazó a sí misma con aún más fuerza, comenzando a temblar llena de pensamientos estúpidos y negativos. La incertidumbre la tenía incluso peor de lo que esperaba. Entonces sintió una mano en su hombro, que le dió una pequeña sacudida suave... Pensó que se había escondido perfectamente bien. Al parecer ni eso podía hacer bien... No podía pensar claramente para nada.
- Blake, traje helado, galletitas, papitas y películas... De muchos tipos... En realidad no sabía si preferirías romance o terror... O comedia... Así que traje de todo -escuchó una voz muy dulce y familiar. Una que le daba calidez y luz entre la bruma en sus pensamientos.
- ¿Yang? -preguntó con la voz temblorosa.
- La única e inigualable -respondió Yang con una sonrisa, su voz era amable y calma.
Blake se estaba relajando solo con oírla hablar. La miró brevemente, perdiéndose en sus hermosos ojos color lila... Se veía tan preciosa.
Dando ese vistazo logró percibir muchísimos sentimientos en ella, desde preocupación hasta cariño, pasando por ternura, afecto, gentileza y... Temor...
Yang tomó su rostro suavemente usando ambas manos, sacándola de sus pensamientos y tocándola como si fuera algo extremadamente delicado. Algo que debía ser tratado con mucho cuidado por riesgo a romperse si se daba un paso en falso.
Se acercó más a ella por lo que pudo perderse aún más en esa preciosa mirada hasta que Yang cerró sus ojos y apoyó su frente contra la de Blake. La fauno cerró sus ojos también, sintiéndose extrañamente tranquila luego de sentirla tan cerquita.
Solo se relajó en ese lugar hasta que la chica se alejó un poquito. Pero antes de que pudiera decir nada, le preguntó cómo supo donde estaba y por qué había dicho que había traído comida y películas si no recordaba haberle pedido nada de ello. Yang suspiró manteniendo esa sonrisa que tanto la caracterizaba y le dio un besito en la frente. Eso se había sentido muy bien en realidad...
- Pues... -Comenzó- Te vi un poco apagada antes y muy distraída en clases. Mirabas fijo un punto en la pizarra todo el tiempo y solo respondías si algún profesor te hablaba directamente, pero prácticamente ignoraste al resto de nuestros amigos durante la mañana -cerró los ojos un momento- entonces pensé ¿Por qué estaría Blake de tan mal humor? ¡Pero no se me ocurrió nada! -dijo como si estuviera orgullosa de ello, riendo de buena gana- así que pensé que lo mejor que podía hacer era ir contigo, llevarte algo rico para comer, algo para ver y distraerte un momento de lo que sea que tuvieras en tu cabecita. Y tal vez podrías hablarme de lo que te pasa, o sólo guardar silencio y dejar que te mime -finalizó encogiéndose de hombros.
Blake parpadeó un par de veces tras esa explicación. Ahora Yang la miraba a los ojos con muchísimo cariño. Sabía que estaba intentando alegrarla de la primera forma en la que se le ocurrió... Y no podía estar más feliz de que lo estuviera intentando así. Dudó unos segundos antes de pasar sus brazos alrededor del cuello de la chica y tenerla en un dulce abrazo, buscando ese calor y más de esa gentileza que parecía espantar cada pensamiento negativo que la envolvía. Estaba contenta de haber conocido a Yang de manera tan fortuita y a la vez... De una forma que estaba tan destinada a ser.
Se separó de ella lo suficiente para apoyar su frente contra la de ella nuevamente, Yang le sonreía alegremente y sólo correspondió el gesto. Abrazandola de vuelta y acariciando su espalda con cuidado.
- ¿Sabes? Algunos dicen que si haces esto con una persona... A veces pueden percibir lo que siente y piensa el otro... -dijo la fauno tras estar de esa forma un momento, sonriendo cálidamente.
- Oh... ¿Entonces estás pensando que soy muy dulce, bonita y tierna? -dijo Yang pensativa. Y antes de que Blake pudiera responder, volvió a hablar- Ah, no. Espera. Me confundí, eso es lo que pienso yo de ti... Hum... Tal vez no funciona conmigo.
- Eso... Eso no fue justo -dijo Blake tartamudeando por el nerviosismo. Yang estaba coqueteando con ella y no sabía muy bien cómo responderle. La había pillado con la guardia baja.
- ¿Por qué no? -preguntó Yang con una sonrisita.
- Porque... Eres tú...
- No lo entiendo.
- Es que eres demasiado... Ugh... Linda, atenta y gentil... -dijo sonrojada y entre tartamudeos, intentando ocultarse en su cuello. Yang la abrazó más fuerte en respuesta.
Blake no lo supo por tratar de ocultarse, pero la rubia se había sonrojado muchísimo por su comentario, incluso evitó decir algo unos segundos para tratar de relajarse y calmar un poquito a su corazón que latía desbocado por ella. Se había puesto muy nerviosa y eso no iba con ella, además de que no podría animar a Blake así, por lo que trató de reponerse lo más rápido que pudo y le dio un besito en la frente.
- ¿Quieres que nos acostemos en tu cama o en el piso para ver las películas? -dijo Yang cambiando el tema y lista para sacar a Blake de su rinconcito para ponerse manos a la obra con lo de animarla. Claro que la fauno ya se veía de bastante mejor humor. Y eso la ponía feliz también.
- Hum... En realidad no me importa mucho... Podríamos armar algo en el piso para acomodarnos y ya -dijo Blake pensativa.
- Suena bien, prepararé algunas mantas. ¡Comienza la tarde del dúo Bumblebee! -Yang se levantó alzando un poco los brazos con energía. Blake sólo sonrió al mirarla. Era adorable a su modo.
Sus corazones latían muy fuerte mientras veían juntas las películas y compartían ese momento agradable juntas. Ninguna dijo muchas cosas después de eso. Y había quedado entre ellas lo que habían hecho esa tarde antes de que Weiss y Ruby llegaran al cuarto. Era un simple recuerdo entre ambas. Uno de como Yang estuvo ahí para Blake cuando más la necesitó otra vez, y como la sacó del pozo en donde se había metido sola. Usando nada más que su simpatía y su amabilidad como armas para salvarla de sí misma... Y también era un recuerdo de cómo Blake podía afectar a Yang e iluminar su día solo con su presencia, dándole ganas de protegerla y alegrarla de cualquier forma posible.
Ese día Yang pudo mirar al cielo y decir con una sonrisa que Blake le gustaba mucho más de lo que creía. Y Blake pudo dormir tranquila pensando en lo lindo que era tener a Yang a su lado y en lo mucho que la quería. Y como ambas se habían sentido mucho mejor tan solo acercando sus frentes entre ellas. Como las había relajado y las había unido más de alguna manera.
A la mañana siguiente las risitas cómplices eran algo obvias pero no les importaba mucho. Simplemente estaban contentas de estar una al lado de la otra aunque no le dieran nombre a ese sentimiento en frente de la otra. Más adelante se volvió una especie de gesto que compartían entre ambas cada vez que una de ellas o ambas estaban pasando por un mal momento. O incluso cuando solo estaban con ganas de mimarse y relajarse juntas. Las hacía felices. Y lo amaban.

ESTÁS LEYENDO
Bumblebee Week 2021
Lãng mạnOne-Shots publicados cada día con una temática distinta a lo largo de una semana desde el 18 de Abril. Un agradecimiento a los organizadores desde el tumblr del bumblebee week! Y también a mi amiga CrackShip_Hellbirds por animarme a participar y ayu...