Día 4: Reunion

87 13 1
                                    


     Yang despertó animadamente mirando el reloj. Ya había amanecido pero necesitaba comprobar la hora... 8 de la mañana. Mierda. Se había despertado demasiado temprano. Pero no dejaría que eso la desanimara.

     Al fin era el día, y nada de lo que pasara podría hacer que se pusiera triste. ¡Era imposible!

     Decidió aprovechar el día lo mejor posible y fue al baño para ducharse tranquilamente. Al menos podría tomarse su tiempo con eso. Una vez terminó su ducha y su concierto en la misma, se miró en el espejo y sonrió inevitablemente. Estaba muy feliz y no podía contenerlo. Pero ¿Por qué estaba tan contenta? Era bastante simple en realidad. Blake se había ido en una larga misión en Vacuo, así que no se habían visto por un par de largos meses.

     Por mucho que se llamaran cada noche, Yang no podía evitar extrañar a Blake con locura. Anhelar sus abrazos, tocar sus manitos, llenarla de besitos en esa linda y hermosa carita. Suspiró. Realmente la extrañaba muchísimo. Y ese día al fin Blake volvería a sus brazos y podría mimarla todo lo que quisiera. Incluso tenía planeado atenderla en todo para que descansara e incluso darle un masaje. Sólo quería que su bebita riera y se relajara a su lado.

     Se emocionó de sólo pensarlo. Blake simplemente le había dicho que comenzaría a viajar por la mañana bien temprano y que llegaría con ella por la tarde. Lo cierto es que no podía esperar más. Quería verla cuanto antes y darle todos los cariños que no había podido en ese tiempo. Aunque podría terminar abrumandola, Blake siempre le decía lo mucho que le gustaba ese lado de ella, así que probablemente incluso le pediría más.

     Se estiró tratando de dejar de pensar un momentito en Blake. Era imposible pero debía intentarlo para hacer lo que debía cuanto antes y poder esperar a Blake en la casita con una enorme sonrisa.

     Se vistió y comenzó a preparar su desayuno, tarareando una canción que le encantaba. Con una melodía alegre que rimaba con cómo se sentía. Le envió un mensaje a Blake deseándole un día maravilloso y diciéndole que iba a llenarla de besitos cuando la viera.

     Preparó algo simple y comió tranquilamente y con cuidado. A raíz del tiempo que llevaba saliendo con Blake se le había hecho un hábito comer tranquilamente y sin jugar demasiado con la comida. No podía dejarlo del todo, era divertido.

     De pronto Ruby apareció en su rango de visión, toda somnolienta y tallándose un ojo con una mano. Era tan adorable a pesar de ser una adulta ya...

     - Yang... ¿Preparaste el desayuno? -preguntó con sueño- olía delicioso y terminé despertando.

     - Sipi, pero no es algo sumamente elaborado.

     - Hiciste panqueques...

     - Con miel. Es algo simple -sonrió la rubia.

     - Algo simple es cereal con leche y una tostada sin tostar...

     - Una tostada sin tostar no es una tostada hermanita.

     - ¡Es la versión simple de la tostada!

     - Está bien... Solo come tu desayuno, necesitarás energías hoy -Yang soltó una risita y Ruby se sentó cerca de ella, poniéndole más miel a sus panqueques.

     - Sólo tengo que ir a buscar a Weiss al terminal, no es tan complicado.

     - Yo me refiero a lo que harán al llegar acá - dijo con una sonrisita y moviendo sus cejas de arriba a abajo.

     - YAAAAANG NOOOO -protestó Ruby poniéndose completamente roja.

     - ¿Qué? Tú dijiste que querías mostrarle ese nuevo juego de baile ¿recuerdas? -dijo Yang aún riendo. Ruby se puso aún más roja.

Bumblebee Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora