XII

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Ambos caminaban a la par, dirigiéndose al centro comercial que les pillaba de camino, disfrutaría un poco antes de hacer la compra y regresar a casa.

- Hay muchas tiendas que ver.- SunHee comenta tras entrar, observando la cantidad de tiendas que se veían por ese pasillo de la primera planta.

- Vayamos solo a las que nos llamen la atención, si no, tu madre se quedará sin la compra.- Félix ríe entrelazando su brazo con el de SunHee empezando a caminar nuevamente.

Por las muestras de cariño, el contacto físico se notaba que el chico no había crecido en Corea, pero a SunHee no le molestaba tanto como esperaba, era algo tan de él ser así de cariñoso que se había acostumbrado al segundo.

- ¿A dónde quieres ir entonces?- pregunta mirándole con una pequeña sonrisa.

- Te estoy llevando ya al lugar.- Félix ríe levemente- Había pensado en ir primero a ver algo de ropa y las tiendas que hay, además, hay una en concreto aquí que igual te gusta.

- ¿Cuál?

- De manualidades, venden maquetas y cosas de dibujo, pero lo mejor, venden para hacer pulseras, así también podremos hacer algunas y tener a juego.

- Eso suena bien.- SunHee asiente- Podríamos hacer tú una para mí y yo para ti.

- Claro, así son más especiales.

Félix se notaba emocionado, estaba feliz, al fin podía ser como él quería con ella sin sentirse culpable, y ver como ella lo intentaba, todo parecía ir bien.

Tras varias horas y con la compra hecha ambos se dirigieron a la casa de SunHee, la chica ya había recibido un mensaje de su madre, diciéndole que las tortitas les esperaban y Félix no podía negarse a tal invitación.

- ¡Llegamos!- SunHee exclama pasando a su casa, cerrando la puerta detrás de ella cuando el azabache pasó.

- Estoy en la cocina.- la voz de su madre sonó por toda la casa, y ambos se dirigieron al lugar.

Un plato de tortitas se encontraba sobre la mesa, junto a unos cuantos siropes y un vaso de café para cada uno.

- Espero que te guste el café con leche, es el favorito de SunHee.- SunMi sonríe mirando a Félix, quien asiente ligeramente avergonzado.

- Mamá, él es Felix, mi alma gemela.

- Me lo imaginaba.- la señora sonríe mirando al chico, al contrario que con ChangBin, nada más verle se notaba la amabilidad en su mirada.

Ambos se sentaron juntos, Felix comía avergonzado, no esperaba estar ahí, conociendo a su familia tan pronto, pero por lo que recordaba, la persona difícil de tratar era el padre de SunHee.

- ¿Quieres ir haciendo las pulseras?- SunHee pregunta mirando a Felix con una pequeña sonrisa tras notar sus nervios- Así ya las tenemos.

- Oh, claro.- el azabache asiente sacando la caja de su mochila, habían cogido la que mayor variedad de bolas y colores tenía juntos a otra más pequeñas con letras- ¿Ponemos algún apodo o...?

- Claro, aunque mejor que sea sorpresa, porque honestamente, no se como me podrás llamar.

- Yo ya tengo una idea.

Ambos empezaron a preparar las pulseras en silencio, dedicándose a veces miradas de reojo intentando observar lo que se habían escrito el uno al otro, aunque lo de SunHee era sencillo, desde que le conoció siempre se le hizo gracioso el detalle de llamarle "Freckles boy", pero, lo que había aprendido hablando con él, es que era como un sol, un chico lleno de felicidad que podía alumbrar cualquier día.

Felix era ese tipo de persona que al menos, cada uno debería tener en su vida.

Y SunHee para Felix, la chica que le enamoró hace años, pudo decir que tras conocerla, siempre creyó que estaban unidos, y aunque eso había desatado un caos dentro de su grupo, y más dirigido hacía ChangBin, tras ver como su amigo había actuado, estaba feliz de tener a SunHee a su lado.

Tras tanto tiempo esperándola, al fin podía tenerla a su lado sin preocuparse por todo lo demás.

- ¡Listo!- Felix exclama emocionado tras unir la pulsera, había usado perlas y flores de distintos tonos azules, por alguna razón, era un color que le recordaba a SunHee.

- Dos minutos y termino.- la chica ríe mirándole, agarrando una bola amarilla para pasarla por el hilo, amarillos y naranjas, los tonos del atardecer, tonos que representaban al sol con todo su esplendor.

Esos dos minutos pasaron volando para Felix, había observado a SunHee estando concentrada en terminar la pulsera.

Azul y naranja, ambos habían usado tonos opuestos para representar al otro, almas opuestas que terminaron uniéndose, todo parecía estar conectado de una manera u otra, al final, se terminaron complementando.

- ¿Qué pone en la tuya?- SunHee sonríe encogiendose de hombros antes de acercar sus manos a la de Felix y ponerle la pulsera.

"Sunlight".

- Literalmente, brillas tanto como el sol, tu forma de ser es deslumbrante.- comenta sin dejar de sonreír.

Felix sonríe mirándola levemente avergonzado antes de imitar su acción.

- "Moonlight"...- SunHee le observa ligeramente confusa.

- Dicen que la luna es para observarla en los días que uno está triste, pero, para mí... A mí me transmite paz, me gusta... Para mí, el brillo de la luna me parece más especial que el sol,  solo se deja ver cuando la gente se va a dormir, solo las personas especiales son capaces de observarlo, entonces, me siento especial al saber que podré estar a tu lado y observarte ser feliz a partir de ahora.- los ojos de Felix transmitían pura sinceridad mientras no dejaba de mirar a SunHee.

Ninguno sabía como terminaría su historia, pero, merecían vivirla y disfrutarla como cualquier otra, al final, solo ellos eran capaces de decidir su camino.


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Gracias a todas las lectoras y lectores por la espera, siento mucho todo este tiempo que la historia estuvo pausada.

Me puse a releerla y a leer vuestros comentarios hace pocos días, espero que esta actualización os guste y disfrutéis de la historia. 


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⏰ Última actualización: May 04, 2022 ⏰

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Remember ( ChangBin ) / PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora