A Londres por amor

Nuevos comienzos

Jane Smith es una chica española de 24 años, risueña, divertida, aventurera y con ganas de comerse el mundo. Había acabado su carrera y su máster, le había ido bastante bien y le apasionaba lo que había estudiado; sin embargo, en el amor no tenía tanta suerte. No había tenido muchas relaciones, pero las pocas que había vivido habían acabado bastante mal, al menos para ella, ya que parecía que siempre era la que terminaba sufriendo más de los dos. Jane adora ver películas y series de superhéroes y fue a raíz de una de ellas donde se enamoró del actor Henry Cavill, su gran amor platónico. Desde muy pequeña ha tenido mucha imaginación, así que se había imaginado miles de situaciones en las que conocía al actor, pero para su desgracia ninguna se iba a hacer realidad, o eso es lo que ella pensaba. Actualmente, Jane trabaja como investigadora en una revista científica de lingüística para la cual escribía artículos. Para poder hacer esto muchas veces tenía tenía que hacer entrevistas y recaudar información. Otro de sus sueños ha sido desde siempre viajar a Inglaterra, concretamente a Londres, y lo que ella no sabía es que su trabajo lo iba a hacer realidad. 

Era lunes y Jane se encontraba terminando de escribir el artículo en el que estaba trabajando cuando de repente empieza a sonar su móvil. Lo coge y era su jefe, lo cual solo podía significar dos cosas: tenía más trabajo que hacer o estaba desesperado porque le entregara el artículo. Al terminar de hablar por teléfono Jane no podía parar de saltar de alegría y emoción a pesar de que tenía más trabajo que hacer, pero es que... ¡tenía que ir a Londres a investigar allí el idioma para su próximo artículo! No cabía en sí misma de felicidad, su sueño se iba a hacer realidad porque en menos de una semana iba a estar donde tanto deseaba y había soñado. Esta noticia provocó que hoy terminase antes de trabajar y entregase ya el artículo y así tendría el resto del día libre. Estaba claro que lo dedicaría a preparar cosas para el viaje y llamaría a sus padres y amigas para contarles la noticia. Todo esto provocaba que en su cabeza se creara más películas en las que conocía a Henry Cavill.

Pasados unos días llegó el momento, llegó la hora de viajar a Londres. Jane se encontraba en el aeropuerto despidiéndose de su familia, y aunque no quisiera reconocerlo, en el fondo estaba bastante nerviosa porque nunca había viajado sola ni había estado tan lejos de sus seres queridos, pero sería algo temporal hasta que acabase su investigación. Por los altavoces escucha que llaman a los pasajeros de su vuelo, así que dijo un último adiós y con una sonrisa en la cara, pero un poco apenada por dentro por todo lo que dejaba atrás, se dirige hacia el avión. Una vez dentro, pasados unos minutos el avión despega y a Jane le esperaban unas cuantas horas allí dentro, así que decidió ponerse a escuchar música, algo que le recordaba a varios momentos de su pasado y que esperaba poder dejar atrás ya de una vez por todas con este viaje. 

Pasaron las horas y el avión por fin llegó a Inglaterra. Lo primero que hizo Jane al llegar allí fue avisar a su familiar por WhatsApp para que estuviesen tranquilos, ya que el vuelo había ido bien. Pero su viaje no había acabado aquí, estaba todavía en el aeropuerto, tenía que coger un autobús para llegar a su apartamento, pero como era la primera vez que iba allí estaba un poco perdida, así que tuvo que ir preguntándole a la gente con la que se cruzaba y ya por fin llegó a su nueva casa. Nada más llegar al edificio el casero la estaba esperando en la puerta, parecía que la empresa se lo había comunicado todo y por eso estaba allí esperándola para darle las llaves y la bienvenida. Cuando ya tenía las llaves por fin pudo subir a echarle un vistazo a su nueva casa, y la verdad es que le encantaba, era lo que siempre había soñado y encima tenía vistas al centro de Londres, ¿qué más podía pedir?. Era ya un poco tarde, por lo que no colocó muchas cosas, lo dejó casi todo en la entrada y se puso a cenar y a ver algo en Netflix, pero se empezaba a quedar dormida, ya que estaba cansada del viaje, así que apagó la televisión y se fue a la cama. Mañana sería otro día. 

Un nuevo día comienza y el sol empezaba a entrar por la ventana, cómo echaba de menos las persianas para no estar en pie desde tan temprano. Jane se desperezó como pudo y se levantó y se preparó un café bien cargado para despejarse y empezar a arreglar la casa. Deshizo las maletas y colocó toda la ropa en el armario y todas sus cosas en su sitio. También colocó su portátil y todo lo que se había traído para llevar a cabo su investigación. Una vez había colocado todas las cosas y dejado la casa en condiciones decidió que era hora de ir a comprar algo de comida, ya que lo que le había dejado el casero era poca cosa, básicamente para poder pasar la noche, así que se arregló y salió a la calle, pero no sin su móvil ya que a partir de ahora sería su gran aliado para no perderse por las calles de Londres hasta que se fuese familiarizando con ellas. Tras unos minutos andando y siguiendo las indicaciones del GPS por fin llegó a la tienda y empezó a comprar, había muchas cosas en la tienda que le llamaban la atención ya que en España no eran típicas y para ella era una novedad, así que además de lo que le hacía falta comprar se permitió echar en el carrito también varias de esas cosas que había visto. Cuando terminó de comprar volvió a casa para colocar todo. Luego por la tarde decidió salir a dar un paseo para ver algunos de los sitios más emblemáticos de Londres y que siempre había soñado visitar algún día. Por supuesto no podía parar de hacer fotos y subir algunas de ellas a Instagram o enviárselas a su familia y amigas. Empezaba a anochecer, así que decidió volver a casa y cenar algo para poder acostarse temprano debido a que mañana madrugaría para empezar la investigación que le habían mandado y no sabía la sorpresa que se llevaría....