Der letzte Abschied (Katsudeku 😢)

La ultima despedida

Esta maravillosa historia pertenece a kath332 , quien amablemente me permitió publicarlo en mi cuenta.

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(Yo solo hice una publicación en Facebook😅).
Espero que disfruten leerlo ⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

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Las imágenes pertenecen a https://twitter.com/Nitro_Sugar?s=09
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Te amo -fue el susurro, tan bajo para que solo él escuchara aquello.

También te amo -respondio de igual forma sabiendo que aquello sería lo último que escucharía, que aquel era su fin.

Beso su mano cuando la tomo, tan cálida como esperaba recordarla siempre, tan fuerte y gentil como solo él sabía ser.

Cuidala bien Todoroki, dile que la amamos y que nos perdone, pero esto es por ella y por todos, por un futuro para ella. -Izuku habló por el intercomunicador, sintiendo como las lágrimas bajaban una por una.

¿Bakugo? ¡¿Qué piensan hacer?! -la desesperación en la voz de Todoroki partieron su corazón, sabiendo que le dejaba una responsabilidad tan grande que no debería tomar en sus manos, pero aún así, lo hizo.

¡Hey, mitad y mitad! Dile que la amamos con todo nuestro corazón, que es nuestro mayor orgullo y nuestro más grande tesoro. Cuidala bien y perdónanos por dejarte esta carga tan grande. Gracias por ser nuestro amigo. -Katsuki habló, con aquella voz varonil que portaba, intentando no demostrar el dolor de sus palabras.

¿Katsuki? -pregunto conmocionado Todoroki, dejando caer sus lágrimas sin darse cuenta. La despedida era notoria y eso dolía como nunca espero.

Kacchan, es hora -escucho Todoroki a través del intercomunicador, la voz de Izuku sonaba suave y tranquila

Izuku, te buscaré cueste lo que cueste, así sean una o mil vidas, te buscaré y haré que me ames de nuevo -Katsuji fue quien habló esa vez, con la voz rota del dolor. Llamándole por segunda y ultima vez en su vida, por su nombre.

Y yo te esperaré siempre, mi amado Katsuki, los años que sean necesarios, te esperaré. -contesto Izuku antes de que la comunicación se cortara.

¡Izuku! ¡Katsuki! -grito Todoroki cuando su mente entendio finalmente lo sucedido.

Aquel día el corazón de Todoroki se rompió, porque había perdido a dos grandes amigos, porque tenía que cuidar a una linda niña de apenas 2 años. Porque Todoroki no podía creer que la vida le había quitado a dos personas que apreciaba demasiado.

Y es que el tiempo pasaba lento, las heridas no se curaban del todo y nunca lo harían. Porque recuperarse de una pérdida tan grande significaba un gran esfuerzo para las personas. Mucho más grande era el esfuerzo cuando debías de decir un último adiós antes de aceptar que no estarán más. Que aquellas sonrisas, aquellos abrazos no serían parte de su día a día, porque ya no estaban.

Izuku Bakogu era una persona fuerte, amable y gentil. No necesitaba hacer mucho para amarlo, para entender que era un ser lleno de luz y determinación que ni mil tormentas hubiesen apagado. Era tan gentil que cuando menos lo esperabas era parte de tu corazón. No voy a decir que no duele, porque la pérdida de un hermano es difícil. La pérdida de un hijo no se supera nunca. Sin embargo, él luchó hasta el final, aún sabiendo lo que dejaba, aún con el corazón roto por separarse de su alma gemela. Lo hizo por nosotros, lo hizo por su hija. Izuku era único, porque no había nadie más en el mundo que se preocupara por otros que por él mismo, porque el egoísmo no era parte de su alma incluso al final. Por eso es que estoy aquí, lamentando la pérdida de un hermano para mi -Todoroki suspiro, intentando calmar el dolor de su alma, de su voz, de sus ser antes de volver a hablar. Compartiendo el pesar con sus amigos.

Katsuki Bakugo era alguien fuerte, de carácter explosivo cuando lo conocimos, que cuando menos lo esperamos cambió por un ser tan lleno de luz que le atrajo. Bakugo era alguien amable con los que amaba, a su propia manera, pero por eso era él, porque aún con su carácter explosivo sabías que podría brindarte su ayuda aún en los momentos más difíciles. Era alguien que amo con tal intensidad que logró algo que muchos héroes queremos, una familia. Porque se dedicó a ser el esposo perfecto aunque él decía que no lo era. Porque dio su vida por lo que amaba, porque al igual que Izuku dejó de lado su propio bienestar por el de los demás. Katsuki amo con todo su ser a su alma gemela y se, que donde quiera que estén, sus almas se volverán a encontrar, porque no hay poder que pueda separar aquello que fue hecho para estar juntos. Izuku y Katsuki eran polos opuestos, pero se amaban como si fuéran uno. -Todoroki finalmente terminó, expulsando una fuerte bocanada de aire cuando sintió que no era suficiente el que ingresaba.

No lloro, no gritó, no pataleo porque ya había llorado lo suficiente. Dolia, claro que dolia pero ahora debía ser fuerte por la pequeña Kaori, porque sus padres habían confiado lo suficiente en él para dejar en sus manos el bienestar de su hija.

Y aunque el pasar de los años era tan recurrente, el dolor persistía, con menos intensidad en algunas ocasiones, pero lo hacía.

Tío Todo -exclamo una pequeña de 6 años, tan parecida a ellos que era lo único que le quedaba.

Dime, cariño -pregunto Todoroki, sosteniendo su pequeña mano entre las suyas para evitar que se perdiera. Ya que está era como su hija.

¿Podemos pasar? -pregunto inocentemente mientras ingresaba al museo.

Claro, vamos entonces -murmuro calmado, mientras caminaban hasta la mayor exhibición que ahí había.

El vivo retrato de sus amigos estaba ahí, pintado con tal delicadeza, detallando cada facción de ello que parecía irreal. Un lágrima resbaló por su mejilla, con el dolor aún latente en su cuerpo. Su última batalla, aquella que había traído paz durante los últimos años y que aún así, no podía gozar.

No llores, ellos eran fuertes, además me dijeron que estaban agradecidos por lo que hiciste por ellos -Kaori hablo, como si hablar de ello fueran tan normal, dejando sorprendido a Todoroki.

Todoroki se quedó de pie, admirando con tanto amor a la niña, porque era parte de ellos, porque era de él también, porque la niña era su familia al igual que lo fueron ellos.

Gracias, Kaori -hablo con la voz llorosa cuando se agachó hasta su altura y la abrazó, calmando su propio dolor.