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—Supongo que crees que cuidar a un montón de traidores no será trabajo difícil para ti ChanYeol...

El nombrado levanto la mirada del suelo al escuchar la voz sarcástica de su madre que se encontraba muy molesta por tener que acompañarlo a su primer día de trabajo a asegurarse que "Nadie lo dejara entrar y lo despidieran".

—Madre, no pasara nada. Yo quiero esto.

Su madre era lo que muchos dirían de forma despectiva: "Una loca en potencia". La señora Park SoMin era una mujer que se preocupaba mucho por su familia desde siempre, pero más cuando la guerra estallo, después de todo había perdido a su amado esposo y gran parte de su demás familia durante esta. Ella no estaba dispuesta a perder a otras personas importantes en su vida, una de esas su único hijo.

Estaba dispuesta hasta lo imposible para mantener a su familia salvo, habían sobrevivido a la guerra y ella esperaba que también a la post guerra, completos.

—¡Esa cara no dice eso! Aun eres tan distraído y inocente. No tienes que hacerlo.

—Madre. Tú sabes mis razones. Mi padre fue un miembro muy importante del partido Z. Chang, no voy a rechazar ninguna oportunidad de ayudar a la causa, el estaría orgulloso de saber que sigo con sus ideales y ayudo a los que hicieron todo esto posible.

Se detuvieron en la gran puerta de metal blindado con la mujer temblando un poco, ella misma no sabía si de rabia, tristeza o impotencia. Ella comprendía que su esposo había sido una gran influenza en su hijo, pero a veces pensaba que hubiera sido mejor que sus hijos hubieran crecido alejados de la guerra incluso si para ello hubieran tenido que irse de su hogar, pero fue demasiado débil y había terminado quedándose a la espera de unos mejores tiempos que sentía que aún no llegaban.

ChanYeol había tenido que crecer con todas esas palabrerías que soltaban todos, le habían envenenado la mente. La misma señora Park reconocia que a ella también le habían implantado muchas ideas, pero había educado a sus hijos lo mejor posible para evitar ser violentos con los traidores, ella los llamaba de forma despectiva, si, pero nunca se atrevería a dañarlos físicamente en una manera de justificarse en su desagrado a los perdedores. Después de todo ella le echaba toda la culpa a los del partido contrario, su desgarrado corazón no veía la culpa donde debía de verla.

La guerra civil había empezado hace más de treinta y cuatro años acabando apenas hace menos de un año. Aunque se había anunciado la victoria y la paz, las cosas aún estaban con brazas que podían calentarse a la menor ventisca, o apagarse, pero muchos creía que nunca llegaría a ocurrir eso.

Todo había empezado por, en palabras de muchos, una cosa fácil de solucionar; aunque la señora Park, de en ese entonces veinte años, consideraba que su inicio tenía sentido, después de todo el viejo verde del partido Kim que en ese tiempo gobernara, era muy idiota si pensaba que todos iban a dejar las comodidades de una vida moderna como la de en ese entonces ¿Alguien dejaría de usar maquinas innecesarias como él se refería a los refrigeradores? No ¿Quién cuidaría que la comida estuviera en buen estado? ¿Alguien dejaría de usar medicamentos altamente capaces en tratar enfermedades? No ¿Acaso las plantas medicinales son tan efectivas y rápidas? Además, le sumaban las asfixiantes condiciones sociales en que vivían todos; una gran tasa de desempleo, restricciones de movimiento, la negativa a reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo, en suma, la ausencia total de posibilidades reales de un futuro digno fueron los catalizadores de la guerra civil.

Habían surgido dos bandos, dos partidos que comenzaron molestándose con rumores hasta que al fin alguien saco sus armas y empezaron a volarse los sesos sin pensar en nada más que tener la razón al final. Nadie era valioso en esos casos más que la causa.

Friend or Foe | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora