El que solía ser "el defensor de la ciudad" se encontraba mirando al techo, analizando todo lo que había ocurrido. La toma de la ciudad, su secuestro, la discusión que tuvo ahorita con el zaunita que lo rescató y lo condenó al mismo tiempo. No negaba que la situación en la que estaba era ruda, y difícil de superar. Pero estar lamentándose de lo que pudo haber hecho en lugar de empezar a actuar, no iba a llegar a nada. Le dolía el cuerpo, el orgullo y no tenías ganas de pensar en cómo resolver este problema. La revolución, la mitad de las familias nobles asesinadas, Urgot. Ese maldito barón.
Se levantó como pudo, tomando apoyo de un bastón improvisado de metal que Viktor le había ofrecido. Supone que él había pasado por una situación similar cuando empezó a modificar sus partes. No se imaginaba el dolor de tener que cortar su propio brazo, sus órganos, y todo con el fin de probar que estaba bien dejar atrás su humanidad. Y encima tener que pasar solo recuperándose, haciendo prueba y error tras cada modificación. Se sentía culpable de todo lo que había hecho en el pasado, de las discusiones que tuvieron, de la vez en la que lo hundió en los escombros de su propio laboratorio improvisado en el fondo de Zaun. No se había disculpado. No de verdad.
Llegó al laboratorio de su compañero de toda la vida, el cual se había dormido encima de unos planos y libros abiertos. Se preguntaba si Viktor ya había formado un nuevo plan, si tenía ideas para evitar ser atrapado también. Lo despertó tocando su hombro, a la espera de una larga conversación. Había perdido totalmente la noción del tiempo. ¿Habían pasado horas, días de aquella última vez que hablaron?
—Jayce, regresas de nuevo.
—Vengo a pedir disculpas.
—¿De qué? Soy yo el que debería estar suplicando perdón ahorita.
—Sí, y quiero decir que aún no me reconcilio del todo. Pero las heridas sanan con el tiempo. Y algún día llegaré a superar esto. Pero para hacerlo, deberías ser tú el que me perdone. Por lo que pasó en la Academia. Por haberte dejado en los escombros aquella vez. Por no confiar plenamente en ti. Y lo digo enserio. Me duele pensar que no estuve allí, y creo que es lo mismo que estás sintiendo ahora mismo. Nos fallamos mutuamente, y eso debe arreglarse.
—Disculpas aceptadas. Y entiendo que han habido… Defectos en nuestra amistad, pero supongo que todo puede reforjarse.
—Voy a dar otra oportunidad. Una más. Y espero que ninguno de los dos la desperdiciemos. De que esto funcione. Porque pelear no sirve de nada.
—Es curioso, me habías dicho lo mismo hace mucho tiempo. Y por una vez, lo voy a aceptar. No estamos en el momento de crear más enemigos, sino aliados.
—Y hablando de ello… ¿Ideas? Porque necesitamos actuar lo antes posible.
—Una fuente confiable me ha confirmado que Urgot se enfocará en ejecuciones de familias de alta clase y altos mandos. Estamos a salvo… Por ahora. Supongo que tú eres un blanco importante pero… No creo que le interese romper algo que ya está roto. Sin ofender.
—Entendible. ¿Y cómo confías en esa fuente si Urgot tiene controlado a todos? ¿No sería una trampa la que nos está montando?
—Porque esta persona es un contacto que Urgot desconoce que tenemos. Y es alguien que tengo fé de que estará de nuestro lado. Porque al final, ha caído en la misma trampa que yo.
—¿Y se trata de…?
—Corina Veraza. La herbóloga que cayó en desgracia.
Y desgracia sin duda, puesto que un año después de que Viktor fuera expulsado de la Academia, un estudiante fue encontrado muerto por sobredosis en su dormitorio. La policía piltoviana no tardó en descubrir que Corina estaba detrás de toda la red de venta de flores alucinógenas y debía ser mandada a la justicia para pagar sus crímenes, pero los aristocráticos que se aprovechaban de los dones de la chica lograron mover algunos hilos en la investigación y Corina evitó ir a la cárcel, aunque con el precio de ser expulsada de la Universidad. Desde entonces se mantiene en Zaun produciendo su producto, experimentando con las propiedades de las hierbas que crecen en las profundidades de la ciudad, y juntando fuerzas para derrocar a aquellos que la hundieron.
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De cambios y recuerdos [Jayce X Viktor] - League of Legends
FanficHan pasado años. Y el zaunita sigue sin olvidar aquel día en que perdió la esperanza y su futuro. Lo llamaron loco, pero cree en un mundo donde sus ideales puedan ser aceptados por la sociedad. Ahora, está dispuesto a crear el verdadero progreso...