Capítulo 6

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Mew despertó la mañana de Navidad, con su compañero acurrucado a su lado, el sonido de sus gemelos despiertos y felizmente jugando, llegaba a través del monitor de bebé.

Gulf había trabajado su trasero, ayer preparando todo para hoy, y Mew sabía que hoy sería igual de malo. Puso un suave beso en la frente de su compañero y poco a poco salió de la cama, con cuidado de no despertar a su dormido compañero.

Marcus apagó el monitor, para que no perturbara a Gulf antes de que él se pusiera un par de pantalones para dormir y fue a la habitación de al lado, la de sus chicos. Al entrar, sonrió, cuando ambos chicos dejaron lo que estaban haciendo y miraron en su dirección.

—Pa-pa —, sus gritos felices a coro.

—Buenos días, chicos. Feliz Navidad. —Mew se dirigió a la cuna que los chicos compartían y los besó en la cabeza, antes de levantar a Alexander. — Tu primero, esta mañana, creo, Alexander —. Alexander gritó de alegría, mientras Mew lo levantaba y le hacía cosquillas, antes de moverlo a la mesa de cambio. Haciendo un trabajo rápido con el pañal sucio, lo vistió con el pequeño traje de Santa ,que Gulf había comprado especialmente, para los chicos para que lo usaran el Día de Navidad.

Una vez que había terminado con Alexander , lo regresó a la cuna, donde Type había estado observando todo lo que habían estado haciendo. Cambió a los chicos ,por lo que ahora Alexander estaba en el cuna, y observando mientras Type era cambiado, limpiado, y listo para enfrentar la Navidad con el resto de la familia.

Cuando había puesto a Type en su trajecito de elfo, Mew lo puso de nuevo en la cuna, por un momento, mientras limpiaba. Los chicos se veían tan lindos juntos en sus trajes de fiesta. Una vez que todo había sido limpiado y guardado correctamente, Mew volvió a sus hijos. Los levantó, uno en cada brazo, y los apoyó en sus caderas.

Mew regresó de nuevo a su habitación y notó que Gulf aún dormía. Por mucho que quería que su compañero durmiera todo el día, sabía que no sería posible. Tan pronto como los chicos vieron a su padre, durmiendo en la cama, comenzaron a hacer ruidos y alcanzarlo. Mew esperó hasta que llegó a la cama, antes de que poner a los chicos abajo.

Felizmente, se arrastraron por toda la longitud de la cama, riendo y golpeando las suaves mantas, a lo largo del camino.

Mew observó cómo Gulf regresó al reino de los vivos y notó a sus hijos en la cama con él. La sonrisa de absoluta delicia, hizo el día de Mew.

—Bueno, mira a los dos. No hacen una linda imagen —.Gulf extendió la mano y tiró de Type, soplándole pedorretas contra su cuello. Los chillidos infantiles, tenían a Mew deseando que aquel momento nunca terminara.

Para no quedarse fuera, Alexander quiso también mimos de papá y lo dio a conocer rápidamente. Gulf lo levantó y sostuvo a ambos niños en sus brazos, mientras se apoyaba contra la cabecera, las sábanas agrupándose en su regazo.

Mew nunca había visto un mejor espectáculo en toda su vida, y si tenía que caer muerto en ese mismo momento, habría muerto como un hombre completamente feliz.

—Te quiero, bebé, Feliz Navidad.

—También te amo, Mew, Feliz Navidad. —Y Mew sabía que él estaba diciendo la verdad. Podía sentir el amor irradiando a través de su vínculo de pareja. —¿Te importaría tomar estos pequeños monstruos, así puedo conseguir algo de ropa? Tenemos que llegar abajo y conseguir un poco de café. Algo me dice que hoy va a ser un largo día.

—Seguro, bebé. —Mew cogió primero a Type y luego a Alexander en sus brazos y se dirigió a la puerta. —Tómate tu tiempo. Conseguiré a estos comelones en sus asientos y tendré su desayuno listo.

Una Navidad Muy   Suppasit (Libro 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora