Despedida.

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Solo en la agonía de despedirnos somos capaces de comprender la profundidad de nuestro amor.(George Eliot)


—¡No quiero hacerlo, quiero quedarme contigo hasta el final, no me importa morir! — Furihata gritó, y se negó a tomar la mano que su amante extendió hacia él y juntos ir hacia ese otro universo donde un perfecto y sano Akashi Seijuro no los esperaba en absoluto.


Midorima le dio una mirada de comprensión y angustia, porqué mientras entendía lo que sentía en ese instante, también era cierto que no querría ver a uno de sus mejores amigos morir sin poder hacer nada; así que al menos, podían intentarlo, está loca pero única manera en mantener a salvo a Furihata y su bebé antes de que sea demasiado tarde y la muerte de Akashi, inevitable y dolorosa, no solo les arrebate al pelirrojo sino que también les arranque a este chico honesto y amable que solo merece ser feliz.


—Kouki. — Akashi dijo, comprensivo, con un tono de voz suave y cariñoso.


Furihata comenzó a llorar, sabía que estaba siendo inmaduro, se supone que Furihata estaba de acuerdo con esto, luego de que Akashi supo que estaba muriendo (¡Ja! ¿Qué lugar de porquería es este? En donde los hombres pueden procrear junto a otros hombres, un lugar en donde hablar de la existencia de universos y realidades múltiples es tan normal como hablar del clima en la televisión debido a su avanzada tecnología, pero no pueden evitar que su alma gemela muera) tuvieron una charla larga y dolorosa para ambos.


La conclusión fue que Furihata tenía que irse, encontrar el lugar perfecto y aceptar y vivir con ello, con la muerte de su alma gemela, pero casi al mismo tiempo la obtención de otra, tan fácil como tirar la taza que cayo y se rompió e ir al super a comprar una nueva.


—Estarás bien, incluso si no es por mí, ni por ti, ¿puedes hacerlo por nuestro bebé? — Furihata toco su estómago, luego las manos blancas y dedos largos de Akashi hicieron lo mismo; Furihata alzo su rostro, nunca le gusto llorar, porque cuando comenzaba no había nada que pudiese detener el rio de lágrimas que lloraba, y terminaba siendo un completo desastre entre lágrimas, mocos y sollozos inentendibles.


Akashi dijo que Furihata lloraba por los dos, y Akashi era valiente por los dos, en esta relación Furihata lloraba por Akashi y Akashi era valiente por Furihata, aunque Akashi dijo que fue un trato justo, siempre supo que no lo fue, por qué mientras Furihata solo se encargó de ser una carga, Akashi siempre estuvo allí cuando lloro y se encargó de encontrar la solución que Furihata no pudo.


¿Pero cuantas veces vio llorando a Akashi? ¿Cuántas veces Akashi se derrumbó?


Ni siquiera lloro cuando le dijeron que iba a morir, él solo pensó en Furihata, el bebé y su bienestar. Maquilando desde ese instante, buscando opciones y soluciones para que su alma gemela se encuentre bien después de su partida.


Furihata no podía ser más egoísta que ahora, sabiendo que su suegro, Midorima, Kuroko y Momoi estaban arriesgando sus vidas por esta única oportunidad.


—Te amo Sei, lo sabes, ¿verdad?


—Por supuesto que lo sé. — Akashi sonrió suavemente, dejó de acariciar el vientre de su compañero y se dedicó a abrazarlo, recorrer por última vez el contorno de su figura, permitirse grabar con fuego la sensación de su piel suave besada por el sol; besó su cabeza cuando el castaño se recargo en su pecho, y cerro sus ojos sintiéndose verdaderamente un inútil al sentir el temblor en todo el cuerpo de Furihata; su camisa húmeda por las lágrimas que su amante derramo y a través del vínculo de su alma pudo sentir el miedo del castaño. — Y yo los amo a ustedes.

Conocerte en este mundo. |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora