Ella se sentía feliz caminando por el bosque, el problema es que todos la miraban con mala cara, como si hubiesen visto un fantasma. Pero ella seguía feliz, corriendo y saltando por el bosque, oliendo cada flor, sintiendo la brisa, oyendo a los pájaros cantar...
Entonces, una bella dama se le acercó a preguntarle si le hacía el honor de enseñarle a ser tan de mente abierta como ella, sentirse libre, ser tan indiferente a los demás como ella.
Y el consejo que Erika le dio a la bella dama, era tan valioso como el oro, que simplemente fuese ella misma y viviese cada momento de su vida como si fuese el personaje principal, algo que todos ya somos en nuestras vidas; los demás, sobran.
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Relatos Cortos
Short StoryPequeñas historias que se me ocurren a lo largo de mi vida, y no, he descubierto que hacer solo una no me sirve, pq tengo tanta imaginación y creatividad que los límites son barreras que la cortan de raíz.