2. La orilla

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"Días difíciles, buenos tiempos, cielos azules, noches oscuras"

"Cariño...quiero que me lleves a donde sea que vayas"

"Tal vez di que me guardarás un asiento a tu lado"

— Esta no debería ser la música de fondo para este momento. No puedo estar escuchando esto contigo, ew.

—¿Por qué estas siendo tan audaz cuando solo eres un miedoso? Y por el amor de Dios, Byun maldito Baekhyun, quita tus malolientes pies de mi tablero.

Como un niño que ha sido regañado segundos antes, Baekhyun jala sus piernas y pone sus pies sobre la áspera alfombra nuevamente. —No huelen mal. — murmura abatido.

—¿Los has olido? — Jongdae resopla y mira a su lado, solo para jadear de horror cuando Baekhyun comienza a levantar una pierna. — Jodidamente no vas a olerlos de verd-

—Lo sugeriste, idiota.

—Me convertí en un completo idiota desde que me hice amigo de ti, idiota.

—¿Con cuál te hiciste amigo? ¿Conmigo o con mi idiotez?

—Ni siquiera puedo distinguir a los dos.

Baekhyun se ríe divertido, balanceando el pecho y los hombros. Jongdae se une a las risas sin dejar de concentrarse en la calle que tienen frente a ellos, conduciendo constantemente en 80 km/h. Hace sol y las carreteras laterales están casi vacías salvo por algunos camiones gigantes y un par de coches. De alguna manera, ha sido una decisión perfecta salir a las seis de la mañana en lugar de las siete porque una hora más tarde, el sol brilla lo suficiente como para resaltar los colores vivos de los árboles fuera del automóvil. En dos horas más, llegarían a su destino y sería el momento adecuado para el almuerzayuno. Las ocasiones bien planificadas siempre le dan a Baekhyun algún tipo de satisfacción. Parece que de vez en cuando puede ir en contra del dicho "Los planes de Dios son los más perfectos."

—Entonces, ¿asumo que te sientes mejor ahora?

Las palabras de Jongdae lo sacaron inmediatamente de su tren de pensamientos. Como si lo hubieran arrastrado lejos de las vías de cierre justo antes de que otro carruaje pudiera golpearlo. Y luego no le gustó que sobreviviera. —Si. — murmura, los ojos inmediatamente miran hacia su lado de la ventana tratando desesperadamente de distinguir cada árbol y luchar contra la borrosidad. Maldita sea la velocidad. —¿Puedo abrir la ventana?

—Estamos a 80 km/h. No querrás desordenar tu cabello.

—Solo por un momento. ¿Por favor?

Jongdae se ríe. —Por supuesto que puedes, idiota.

Baekhyun sonríe mientras presiona el botón de la ventana en la manija, el viento lo saluda de una manera bastante fuerte a través del pequeño espacio. Cierra los ojos, disfrutando de la sensación de que su cabello se despeina salvajemente. La luz del sol es mucho más cálida cuando golpea su piel directamente. Esto es lo que estaba buscando. El aroma y la calidez de la libertad.

Libertad. Por una vez, quiere probarla. Y esto es lo más cerca que pudo llegar.

—De todos modos, no me lo has dicho realmente cuando te pregunté anoche. ¿Cuánto tiempo planeas quedarte allí?

Baekhyun se vuelve hacia Jongdae, medio gritando por el ruido del viento. —Repite lo que acabas de decir.

—¿Cuánto tiempo te quedarás allí?

—Quieres decir cuánto tiempo estaré escondido.

Jongdae grita aún más fuerte. —Bueno, más exacto, de hecho.

Si mañana sale el sol - Chanbaek - Trad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora