El Brazalete Rojo (El diario de Ophelia)

Ocaso (Preludio)

Dos semanas han pasado desde la Batalla en Shiganshina.

A pesar de la victoria, el ambiente en las tropas no deja de rayar en lo sombrío. La pérdida de nuestro Comandante Erwin y de nuestros compañeros han dejado un vacío en los corazones de cada uno.  Especialmente en El Capitan Levi.

Levantar sus cadáveres para darles sepultura ha sido una agria tarea asignada a nosotros, los recién ascendidos cadetes. Sin embargo, son sus muertes las que han conducido a la victoria y, además, nos han inspirado a muchos de nosotros a optar por ingresar al Cuerpo de Exploración.

Poco a poco nos vamos reformando con más coraje que nunca, preparándonos para la inminente guerra contra Marley ahora bajo la tutela de la nueva Comandante: Hange Zoë.

Mucho se ha hablado de lo que ocurrió en la ceremonia de condecoración que encabezó la nueva reina, Historia Reiss. Los honores a los sobrevivientes nos han tomado por sorpresa, debido al gran estigma que siempre cayó sobre  las Tropas de Exploración. En general se siente, a pesar de las grandes pérdidas, un halo de esperanza y optimismo que aprovechamos como impulso para reestructurar nuestros planes y estrategias. Debo decir que la comandante Hange está realizando una labor destacable como nueva líder, implementando planes frescos enfocados en la eliminación gradual de los titanes alrededor del Distrito de Shiganshina, que se encuentra a puertas cerradas. A grandes rasgos, se está ganando la confianza del general Zacly y, por supuesto la nuestra pese al escepticismo inicial que existía dadas las radicales decisiones que tomó después de la batalla de Shiganshina. Nadie, salvo ella y Armin Arlert, estaba de acuerdo con tomar como prisionero de guerra a la usuaria del Titán Cuadrúpedo: Pieck Finger. Fue una polémica medida que levantó el descontento de los soldados y que la llevó a enfrentarse cara a cara con los altos mandos militares que se oponían tajantemente a mantener con vida a Pieck Finger y en cambio, abogaban por que fuera devorada por alguno de los sobrevivientes más experimentados para obtener el poder de otro Titán cambiante. La comandante defendió con mucho condecoro su idea de tomarla como prisionero de guerra para lograr mantener en jaque a Marley (dado que Reiner Braun y Zeke habían logrado escapar con vida de la batalla) pues seguramente ya habían puesto a sus generales al tanto de la situación de su guerrera Pieck.

La idea detallada de Hange consistía en lograr que Marley tomara una medida desesperada y estrepitosa para acudir al rescate de Pieck, entonces mitigarían sus fuerzas eliminando a la mayor parte de sus guerreros y tomarían a unos cuantos como prisioneros para obtener toda la información posible acerca de las tácticas militares de Marley, así como un informe preciso sobre sus tecnologías empleadas en combate.  Era una decisión escandalosa por la que Hange despertó desconfianza inicial en grandes y chicos. Sin embargo, está logrado calmar la ira de sus detractores gracias a su pericia como líder e investigadora, pues los planes futuros comienzan a tener mucho éxito.

A ciencia cierta, nadie ha logrado sacarle una sola palabra a Pieck Finger. De entrada Zackly condicionó a Hange de que aceptaría su propuesta, siempre y cuando se trasladara a Pieck al interior del Distrito Mitras donde quedaría bajo la custodia de la Policía Militar. Desde luego, Hange se opuso rotundamente a sabiendas de los dudosos métodos que la Policía Militar empleaba para hacer confesar a sus prisioneros. Hange jamás ha estado de acuerdo con la tortura y este caso no sería la excepción. Después de un largo diálogo, logró que Pieck quedara en manos del Cuerpo de Exploración, aprisionada de forma temporal en un sótano ubicado en una casa de campo en la que el escuadrón de la comandante se estableció. Como medida preventiva, se le han puesto grilletes en los brazos, mientras yace acostada en una cama improvisada, lejos de cualquier objeto o pared que pueda usar para herirse. Únicamente Hange, Levi  y yo, tenemos autorizado ingresar a dicha prisión. Mi tarea como soldado novata, es preparar y llevarle a Pieck dos comidas al día, así como proporcionarle una bacinilla y mudas de ropa. Se le da un trato digno, impuesto por el Capitan Levi y la misma comandante. Así que rutinariamente bajo dos veces por día para atenderle.

A decir verdad, nunca he visto que el capitán Levi la visite, ni siquiera para interrogarle. Sospecho que, como muchos de nosotros, le guarda un especial rencor a esa rufiana. Honestamente, me produce desprecio por todas las muertes que ha causado, pero la comandante Hange por el contrario, parece tener una especial curiosidad hacia ella, lejos de producirle repele. Todas las noches, después de que Pieck cena (si es que lo hace) baja a verle y se queda cerca de 1 hora o más en el sótano. Parece decidida a hacerle hablar por medio de su amabilidad, nunca apelando a la violencia o el maltrato. Su gentileza es conocida por todos, por lo que quizá Pieck Finger reconsidere la imagen que tiene de nosotros, los demonios eldianos. Quizá, noche a noche, gracias a esas platicas, Pieck finalmente hablará o dirá algo de utilidad.

Me pregunto que le dirá, o de que hablarán todas las noches...