Capítulo 4

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Habían pasado un par de días de la noche de chicas, pero las palabras de sus amigas seguían resonando en la mente de Itatí: que les había ocultado lo de Martín, que no se lo había dicho porque la avergonzaba haberse acostado con un barman... Y quizá, en el fondo, fuese verdad.

No. No era verdad, pero aun así sus palabras la atormentaban. Sabía que Martín era más que un simple barman. Además de los tórridos recuerdos de aquel fin de semana con él, también había recordado las conversaciones que habían mantenido, y sabía que era un hombre listo, capaz y cariñoso. Un hombre que sería un buen padre para Roberto.

Pero seguía sintiéndose reacia a hablarles a sus padres de él. Sus padres eran el problema. Se pasaban la mayor parte del año ignorándola, viajando de un sitio a otro. Y cuando los veía no hacían otra cosa que criticarla o colmarla de regalos que usaban a modo de soborno y para acallar su conciencia. Por ejemplo, cuando aún estaba en el hospital, recuperándose del parto, su padre le había ofrecido un yate de lujo si accedía a casarse con Alexis y decía a los demás que era el padre de su hijo. Ella se había negado y había rechazado su regalo.

Había sido una de las primeras veces en su vida que se había puesto firme con sus padres, que se habían quedado bastante descolocados con su respuesta. Al final, en vez del yate, le habían regalado un reloj de pulsera de diamantes por el nacimiento de su primer hijo, le habían abierto un fondo fiduciario y habían vuelto a subirse a un avión para irse a otro sitio.

Sus padres la querían, sabía que la querían, pero no eran los padres cariñosos que le habría gustado tener, que se hubieran involucrado en su educación. Eso era lo que quería para Roberto, y sentía que Martín sería para él la figura paterna cercana que necesitaba.

Pero sabía que sus padres no verían lo bueno que había en Martín, solo sus «faltas», igual que hacían con ella. Y bastante daño le había hecho ya a Martín, aunque no hubiera sido deliberadamente. Si no hubiera sufrido amnesia, le habría dicho que estaba embarazada. No se merecía el desprecio con el que sin duda lo tratarían sus padres, comparándolo a cada ocasión con Alexis, criticando su trabajo, a su familia, el modo en que lo habían criado... Y eso no podía traer nada bueno. Por el momento prefería que siguieran creyendo que aún no había recobrado la memoria.

Sin embargo, había hablado con su abogado, y quería hablar con Martín sobre las recomendaciones que le había hecho, así que había pensado en pasarse esa tarde por el pub antes de que abrieran. Martín le había mandado un mensaje de texto diciéndole que dejaría la puerta abierta para que pudiera entrar sin tener que llamar.

Cuando llegó, con solo verlo por fuera tuvo una intensa sensación de déjà vu. Aquel era el lugar donde su vida había cambiado para siempre. Al empujar la pesada puerta para entrar, la envolvieron olores y ruidos familiares. Martín estaba detrás de la barra, sacando brillo a unas copas y colocándolas sobre una repisa.

–Bienvenida–la saludó con una cálida sonrisa que hizo que se le encogiera el estómago.

Probablemente aquella sonrisa era la que la había hecho sentirse atraída por él la noche que se habían conocido. Había ejercido una especie de magnetismo sobre ella. Había sentido la necesidad de acercarse a él y aun ahora, aunque luchaba contra esa atracción, seguía sintiéndola con la misma intensidad. Sí, no había duda de que aún lo deseaba, a juzgar por cómo se le alteraba el pulso y se le endurecían los pezones con solo mirarlo, pero...¿podrían tener algo serio, algo duradero?

No lo veía claro. Pertenecían a mundos muy distintos: culturas distintas, religiones distintas, barrios distintos... Dudaba que pudiera sentirse cómodo codeándose con la gente ultrarrica con las que se relacionaba su familia. Les había resultado fácil ignorar esas diferencias durante aquel fin de semana, sin la promesa de nada más que placer, pero... ¿intentar ignorarlas durante toda una vida? Eso podría acabar convirtiéndose en un problema.

Imborrable -Pedritatí-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora