CAPITULO 10

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Habían pasado casi dos semanas desde el primer día que llegaron a la Isla y lo de la  playa no había pasado a nada mas un beso subido de tono y uno que otro roce , Ambos habían decidido disfrutar su Luna de miel al máximo antes de volver a Forks

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Habían pasado casi dos semanas desde el primer día que llegaron a la Isla y lo de la  playa no había pasado a nada mas un beso subido de tono y uno que otro roce , Ambos habían decidido disfrutar su Luna de miel al máximo antes de volver a Forks

Y así lo hicieron Exploraron la Isla Juntos , tomaron algunas fotografías , cocinaron Junos aunque Lilith era la única que comiera , Nadaron , jugaron algunos juegos de mesa o videojuegos o muchas veces solo se iban a caminar en la playa y ver el atardecer mientras hablaban o simplemente se quedaban en silencio contemplando en Cielo

Ahora estaban Dentro del Mar Desnudos guardaban silencio un largo rato, casi flotando, casi soñando. Se rozaban a cada momento con el muy notable deseo

Hasta que Jasper alargó la mano hacia ella , tan despacio que creyó que jamás la tocaría. Tiró de Ella hasta que las sensibles puntas de sus senos tocaron su pecho. El agua no sólo era caliente, sino también pesada, casi aceitosa. Las manos de Jasper flotaron por su espalda hasta cerrarse en sus nalgas y la levantaron.

La penetración para Lilo fue asombrosa. Con la piel Fría y resbaladi­za, Se unieron con una mínima sensación de roce o presión. Sin em­bargo, la presencia en su interior era sólida e íntima, un punto fijo en un mundo acuático, como un cordón umbilical en los desplaza­mientos casuales del útero. Emitió un sonido de sorpresa al sentir el flujo de agua caliente que acompañó su ingreso. Se asenté en su punto fijo de referencia con un suave suspiro de placer.

── Oh, me gusta ── susurró, complacido.

── ¿Qué te gusta? ── pregunta

── El ruido que has hecho... Ese gemido.

No podía ruborizarse. La piel ya había llegado al límite del en­rojecimiento. Dejo que el pelo le cubriera el rostro. Los rizos se re­lajaron al salir del agua.

──  enserio Te gusta tanto mis gemidos

──He dicho que me gustaba ,  Y me gusta. Es una de las cosas que más me gusta de hacerte el amor, Lilo . Los ruidos que haces.

La sujetó más cerca y posé la frente en su cuello. De inmedia­to, el vaho brotó entre Ellos , resbaladizo como el agua cargada de azufre. Jasper hizo un ligero movimiento de caderas y ella respiro hondo para sofocar un nuevo gemido.

── Sí, así ── murmuró con suavidad  ── . O... ¿así?

── Mmm  ── musito . Volvió a reír, pero siguió haciéndolo.

Su respiración, de hecho, ya era más acelerada. Sostenida por el agua densa y saturada de minerales, tenía la ligereza de una pluma aceitada. Lo único que la sujetaba eran sus manos en los hombros de Jasper y la tensión que ejercía sobre él más abajo.

── Sabes ... ── Su voz era un murmullo caliente en su oído  ──... cuando te penetro con fiereza y ansiedad y gimes y force­jeas como si quisieras apartarte, pero sé que sólo pugnas por acer­carte más y que yo estoy librando la misma batalla.

Sus manos exploraban con ternura y lentitud, como seducien­do a una trucha. Se deslizaban hacia sus nalgas y descendían para tantear y acariciar el tieso y excitado punto de unión. Se estremeció y exhalo con un jadeo involuntario.

── O cuando necesito penetrarte y tú me acoges en tu interior con un suspiro y un zumbido quieto, como un enjambre de abejas al sol, y me transportas al éxtasis con un gemido trémulo.

──Jasper ── suplico con voz ronca que retumbó en el agua──. Jasper , por favor.

── Todavía no  ── Clavó las manos en su cintura para acomodarla y retenerla. La presionó hacia abajo hasta que gruño . ──Todavía no. Tenemos tiempo. Y quiero escucharte gemir así otra vez. Y que gimotees y solloces, aunque no quieras, porque no podrás evitarlo. Quiero hacerte suspirar, como si tu corazón estuvie­ra a punto de romperse, y gritar de deseo y, por fin, estallar en mis brazos. Así sabré que te he dado placer.

El torrente surgió entre Sus muslos y se disparó como un dar­do hacia lo hondo de sus entrañas. Se aflojo y sus manos resbala­ron laxas e indefensas de los hombros de Jasper . Su espalda se arqueó y los redondos senos resbaladizos se aplastaron contra el pecho amplio. Tembló en la oscuridad caliente y Jasper la sostuvo para que no Se ahogara.

Se desplomo contra él, blanda como una medusa. No sabía , ni le importaba qué sonidos había emitido, pero se sentía in­capaz de hablar con coherencia. Hasta que Jasper comenzó a mecer­se otra vez con la fuerza de un tiburón debajo del agua oscura.

Sujetó Sus caderas con firmeza y la impulsó con la potencia de las corrientes submarinas. Se aplasto contra él, como las olas contra las rocas y fue a su encuentro con la fuerza brutal del granito, Su ancla en el caos embestidor.

Líquida como el agua que Los rodeaba, contenida sólo por el marco de sus manos, grito, el suave y ahogado grito de un marinero al ser succionado por las olas. Y oí su propio grito, tan indefenso como el de ella . Y supo que le había dado placer.

── Dijiste que te diera un sacudón salvaje ── dijo el dejando pequeñas mordidas en su Cuello

──Podemos seguir en la cama amor mío ──  dijo Ella con sus ojos totalmente con las pupilas delitas y con una sensual voz que Hipnotizaría a cualquiera

El no dijo nada y en un abrir y cerrar de ojos estaban en la cama siguiendo lo que habían empezado en el Mar

── No saldremos de cama de lo que queda la luna de miel ── dijo Jasper Besando el abdomen de su esposa haciéndola suspirar ── Solo para cambiar de lugar ... Tal vez se te antoje hacerlo en la cocina o en el balcón .  

  

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𝐿𝑖𝑙𝑖𝑡ℎ- 𝐽𝑎𝑠𝑝𝑒𝑟 𝐻𝑎𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora