Nunca es tarde || n.h

One

23:00 hrs.

Ya han pasado mas de seis horas y yo sigo sin poder dejar mis pertenencias en su lugar correspondiente. Creo que esto es uno de los sacrificios de ser "independiente", yo nunca me habría imaginado aqui, ni mucho menos sola. Pero aveces el destino nos trae obstáculos a los cuales debemos saber pasarlos.

-Flashback-

Estacione mi auto en el garaje y baje de el junto con mi bolso.

-Al fin en casa -Susurre-.

Hoy mi jefe se apiadó de mi, y me dejo retirarme antes, de mi odioso trabajo.

Por problemas económicos tuve que trabajar, pero me gustaba mi trabajo y no queria dejarlo, hasta que llego mi peor enemiga.

Layla. Dios, como odio a esa chica. Aun recuerdo cuando Harry me visitó y se le quedo mirando como un bobo.

De seguro a Harry le gusto dormir con el perro.

Saqué las llaves de mi bolso y las introduje en aquella plateada manilla. Luego de esto hice ingreso a la casa y volví a cerrar la puerta.

Lo raro, era que habia demasiado ruido. La casa de costumbre es callada. Harry en la oficina y yo en la mia.

Deje con mi bolso sobre el sillon y colgué las llaves. Me dirigí hacia la cocina, debia asegurarme. Cogi un cuchillo de cocina y me dirigí esta vez a la escalera.

Estaba temblando, tenia mucho miedo.

Al fin estaba arriba, el sonido provenia de ¿Nuestra habitación?. Acelere mi paso para llegar a aquella puerta.

Al abrirla, no vi lo que esperaba. El tipico ladron revisando toda la habitación. Si no, que era Harry y no estaba solo.