-Y así conocí a Coby -dice el muchacho del sombrero de paja.
-No puedo creer que hayas acabado dentro en un barril el primer día de tu aventura -dice Ace, preguntándose ¿Cómo había sobrevivido ese imán de problemas hasta ahora?
Para ser sincero, no debería estar sorprendido por la historia que acaba de escuchar, su hermano menor era especialista al momento de meterse en problemas y tentar al peligro, aún recordaba las múltiples veces que tuvo que salvarlo de ser tragado por cocodrilos, además de las innumerables peleas que tuvieron en Gray Terminal, de alguna manera, Luffy se las arreglaba para guiarlos hacia problemas más y más grandes a medida que iban creciendo, por otro lado, su fuerza y habilidades de combate también iban en aumento, sin embargo, para beneficio de su ego, su hermano menor nunca logró ganarle en una pelea.
- Shishishi, ¡fue divertido! y gracias a Coby, conocí a Zoro.
-El espadachín con cabeza de musgo ¿no? -pregunta el mayor -me sorprende que se haya unido a ti, no parece del tipo que siga a alguien más.
El mayor recuerda vagamente los rostros de los nakamas de su hermano menor, que conoció en su breve encuentro en Arabasta.
-La primera vez me dijo que no sería un delincuente, pero ¡eso es estúpido! ¿Qué tiene de malo ser pirata? ¡Somos geniales!
-No todos piensan como tú, Luffy -'sobre todo el viejo' pensó Ace
-¡Iban a matarlo! tuve que buscar sus espadas dentro del fuerte para salvarlo.
- ¡Es un causa problemas como tú!, seguramente formaron un alboroto.
- ¡Pero conseguí las espadas! y evité que le dispararen poniéndome frente a él.
- ¿¡Qué?! ¡Da gracias a Oda! Si las balas hubieran sido de kairoseki, ahí hubiera terminado tu aventura -regaña el mayor, en verdad que su hermano no medía las consecuencias -¿Entonces se unió a ti?
-Le dije que decida ¡ser mi nakama y tener sus espadas o morir en manos de la marina! -Luffy vuelve a sonreír ampliamente al recordar ese momento.
Ace no sabía qué pensar, nuevamente siente que no debería sorprenderse, conocía lo cabeza dura que podía ser su hermano menor, pero ¿Cómo iba a imaginar que consiguió a su primer nakama por un chantaje?, vaya que era alguien persistente, los recuerdos de un pequeño Luffy siguiéndolo por todo el Monte Corvo volvieron a su mente, fue impresionante como terminó encontrando el escondite que tenía junto a Sabo, si lo pensaba bien, gracias a eso, ahora eran hermanos y su vínculo era lo más valioso e importante para él.
-De todas maneras, Zoro es un gran tipo, su santoryu es genial, el rey de los piratas necesita del mejor espadachín del mundo ¿no crees?
-Aunque enfrentarse a Ojos de Halcón, no será trabajo fácil -mencionó el pecoso
-No tengo que preocuparme, Zoro es muy confiable, solo no confíes en su orientación, shishishi, se pierde fácilmente.
- ¡Cómo si tú fueras mejor en eso! -le reclama el mayor -espero que hayan encontrado un navegante decente, el Nuevo Mundo es más difícil de navegar que la primera mitad de Grand Line.
- ¡No te preocupes! Tengo a la mejor navegante de todas, estoy seguro de que Nami logrará llevarnos a Laugh Tale, ¡Ella hará el mapa de todo el mundo!
-Vaya, ¿Dónde conseguiste una navegante de ese calibre?
-Tuve que patearle el trasero a Arlong para que venga con nosotros.
- ¿Arlong? ¿El gyojin que tenía su base en East Blue?
Aún recuerda como se había emocionado al ver el primer cartel de 'Se Busca' de su hermanito, lo había obtenido después del incidente en Arlong Park, Ace supo que finalmente Luffy había zarpado hacia la aventura, ese mismo día le mostró a su padre, la cara de ese pequeño imán de problemas y le pidió a Thatch que preparara un gran banquete, Marco por su parte le mencionó que esperaba conocer a ese hermano suyo del que tanto hablaba, admitiendo que 30 millones de berries no era una mala cifra para iniciar en la piratería.
ESTÁS LEYENDO
Okuribito おくりびと | Portgas D. Ace
FanfictionEn cierta isla del Nuevo Mundo, Luffy hace un recuento de los momentos más importantes de su tripulación y como consiguió a sus nakamas, Ace siente curiosidad por saber que ha vivido su pequeño hermanito desde el día que se separaron, cuando él zarp...