Karl llega a la cuidad
La fresca brisa del otoño se hacía ver mientras daba algunos pasos torpes por aquellas calles para poder llegar a la secundaria que sería su nueva tortura.
Su cabello castaño oscuro y sus hermosos ojos apagados lo hacían ver extremadamente bellísimo. Su sonrisa nerviosa y su divertida y tierna forma en la que sus dedos se tocaban mostrando su nerviosismo, lo hacía ver lindo.
Después de todo ¿Quien no le había interesado el chico nuevo? Es de lo que se pasan hablado por una semana cuando pasa en algún colegio.
Pues esta vez no era distinto y para Karl eso le asustaba.
Ya había llegado a su curso donde tendría que socializar, se encontraba con su profesora de matemáticas al lado mientras sujetaba con un poco de fuerza las tiras de la mochila.
– Buenos días alumnos!! – saludo alegre la profe mientras era reducida educadamente por sus alumnos que la mayoría ya le había pasado una vista lejana a el nuevo.
Primero la profesora empezó a hablar sobre un tema tan cotidiano sobre "El prime día" y el mío que normalmente sienten todos, luego de hablar del tema más común acerco con sus manos al nuevo dándole a entender de que se presente.
– Yo soy Karl.. – Unos segundos en silencio bastó para que la profe le motivará a decir algunas cosas más, como sus gustos o alguna cosa que le moleste – Ahm..soy de una ciudad lejana para nada conocida...también soy un beta.
Karl estaba ligeramente sonrojado el exceso de atención nunca le cayó bien y aún así siempre recibía más de lo que el pensaba.
Pues su personalidad y apariencia era muy atrayente para cualquiera, en esta ocasión..fue muy curiosa para un chico llamado Sapnap.
El hecho de mentir que no era un omega era común, tenía un aroma no muy fuerte y eso era raro siendo omega pues normalmente estos tienden a tener un fuerte aroma que es atrayente para cualquiera.
Karl era diferente y eso no le molestaba pues podía decir que era de una categoría más alta de la que el cree que está.
– Puedes sentarte donde más cómodo te sientas pequeño.. – La dulce vos de la profesora lo hacía calmar ,después de todo una omega siempre calma al resto.
Asintió y sin querer buscar mucho se sentó en el asiento al lado de la venta al frente para poder escuchar bien y tener luz extra que era muy importante para el.
Sin más dejo su mochila aun lado para después mirar atento su mesa y meter sus manos a los bolsillos de su buzo para poder dejar de enredar sus dedos por los nervios.
Solo esperaba que la clase sea tranquila y nadie esté muy curioso por el, suele pasar y el estaba acostumbrado pues vivía mudando se logrando lo poner nervioso cada que se mudaba.
No podía tener una amistad por mucho tiempo y no sabe cómo iniciar una charla y menos mantenerla lo que logro que se vuelva algo antisocial y dejé de intentar hacer amigos.
También lo dejo pues con su extraño animal solo lograba alejar a todos y el olor que sus antiguos amigos le dijieron que soltaba cuando se sentía enojado lo avergonzó tanto que simplemente no quiso volver a soltar feromonas.
Nadie le había dicho como era su olor ,solo que era asqueroso y su madre le dijo que no sentía su olor.
Prefirió dejar al lado los pensamientos y presto atención a la clase sin darse cuenta como unos ojos al fondo de la clase lo miraban casi hipnotizado por el olor dulce que se le colo en su nariz.
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La campana anunciaba la hora del receso para que los alumnos se pudieran relajar hasta que sea la hora de volver, Karl se encontraba caminando por unos pasillos que el pensaba llevaban a los baños.
Miraba de vez en cuando a las grandes paredes que se encontraban a sus lados. Se detuvo al encontrar el patio este tenía unos banquitos y algunas plantas, no habían muchos niños en este.
Camino tranquilo hasta uno de los bancos y se sentó para sacar de sus bolsillos una barra de chocolate que su madre le había dado anteriormente.
La abrió y comía sin apuro mientras miraba el piso y movía sus pies al ritmo que escuchaba una melodía en su cabeza.
Se sentía solo y no quería llorar ahora, solo quería estar tranquilo el y su...
Crashh! Levanto su cabeza encontrando a un chico intentando levantarse del frío y sucio suelo.
Se paró rápido y corrió a ayudarlo, parece que se había caído o resfalado por uno de los pequeños escalones.
– Te encuentras bien?? – dijo con su voz algo silenciosa mientras le sujetaba el brazo contrario para poder levantarlo.
– Jaja si, soy algo despistado pido perdón si te preocupe... – sus palabras quedaron en el aire una vez el muchacho misterioso miro los hermosos ojos negros con algo de celeste apagado de Karl.
Karl noto que el contrario lo estaba observando demasiado y fue consiente del poco espacio que tenían sus cuerpo, decidió alejarse un poco y reír nervioso.
– Oye ten más cuidado, seguro ni te lastimas te? Creo que hay una enfermería aquí... – fijo su vista a el raspón que tenía la pierna del de cabellera negra – "yo supongo que debe haber una enfermería aquí.."
– Que? Eres nuevo verdad? Jaja es normal, siempre suelo caerme – se empezó a limpiar su ropa y dejo de lado el dolor de su pierna.
Karl sonrió por la risa fingida y dolorida que soltó el mayor a el.
– Jajaja creo que es muy obvio, igual creo que deberías ponerte pomada – sus pasos se empezaron a alejar sintiendo como su corazón se hacía chiquito del dolor y eso lo extraño más.
– Ahm, soy Sapnap! Digo- me llaman Sapnap – dijo para ver cómo Karl se daba la vuelta y lo miraba para después reírse con esa risa tan contagiosa.
– Yo soy Karl.
Me hacen un favor diciéndome si escribí alguna palabra mal ,gracias.
Att: Autora ;)
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Mí Aroma - Karlnap Omegaverse.
FanfictionKarl un chico Omega de apenas unos 16 que no era muy conocido en aquella nueva ciudad donde se acaba de mudar. No se sentía bien y cada minuto le dolía más el corazón ¿Podría ser que se pueda vivir sin tu alma predestinada? Pues para unos ojos negro...