Duraznito - Jakehoon

U N O 🍑

En un pequeño pueblo existían dos familias encargadas de la venta de alimentos cultivos, una de ellas, la familia Shim, era la encargada del cultivo de frutas en especial los duraznos y la otra Los Park quien se encargaba del cultivo de verduras, el problema era ambas familias se detestaban a más no poder poseer más territorio, en especial los abuelos de cada familia.

Cierto día nacieron dos pequeños bebés de cada familia, a uno lo nombraron Shim Jake y a otro Park SungHoon, las cosas siguieron igual hasta que ambos llegaron a la edad de 5 años, ambas familias fueron a la gran feria para vender sus deliciosos productos.

El pequeño SungHoon caminaba por los alrededores buscando algún juego para poder divertirse hasta que vio al niño más bonito que había visto en su corta vida, el pequeño niñito caminaba perdido con su hermoso overol azul agua y con un suéter color blanco de igual forma con su bonito sombrerito tan grande que le hacia ver más pequeño, SungHoon camino hacia el niño.

— Hola, me llamo Sunghoon — el pequeño niño al verlo sus ojitos se nublaron y empezó a llorar — No tranquilo —  el pequeño Sunghoon buscaba en sus bolsillos algo para calmar al pequeño niño.

— Mami dijo que no hablara con extraños — lloro hasta más no poder — No robes a Jakey.

—  No, no te robaré ¿Jake? — Sunghoon le saco su sombrerito e hizo que lo mirara — ¿Quieres subir ahí? — señalo hacia un juego.

— Si, si caballito — grito muy feliz, ambos pequeñitos se dirigieron al juego divirtiéndose, como era un pueblo pequeño todos se conocían por lo cual no fue difícil que pudieran subir al juego.

— Oye duraznito, ¿quieres un dulcecito? — el pequeño Jake asintió muy feliz, estuvieron por subirse a otro juego, pero una voz llamo al pequeño Jake.

— Jake, ¿Qué haces aquí? — la abuela del mencionado al ver al otro pequeño cargo a su nieto — No te acerques a ese niño — dicho esto se lo llevo.

El pequeño Sunghoon se fue casi llorando donde su familia, su abuelito al verlo se acerco a preguntarle donde había estado.

—  Abuelito, duraznito se fue — el abuelo no entendido nada pero cuando vio a su nieto señalar una dirección, pudo visualizar a la familia Shim muy a lo lejos.

—  Tienes prohibido a hablarte con ese niño Sunghoon — el pequeñito se puso a llorar pero nadie le hacia caso.

Pasaron semanas y ocurrieron problemas, un rebaño de corderos se comieron los cultivos en la frontera de ambas familias, cada familia tuvo que ir para arreglar el problema, claramente hubieron muchas discusiones entre familias.

El pequeño Sunghoon vio a Jake sentadito jugando con flores en un lugar alejadito, se acerco sigilosamente.

—  Oye — llamo bajito la atención de bebé Jake — Abu me dijo que no hablara contigo — dijo el pequeño Sunghoon.

—  A mi igual — ambos se sonrieron sin importarle mucho, ya que apenas eran unos bebés.

—  Mami me dijo que cuando te pones flores en el cabello te ves muy bonito, pero a mi no se me ve bonito — dijo colocándose una florecita marchita — Ves.

— ¿Y como me veo? — el pequeño Jake se coloco una hermosa flor en sus cabellitos mientras sonreía dulcemente.

—  Eres muy bonito Jakey — el corazoncito de Sunghoon comenzó a latir muy rápido.