Capítulo 3: El club de Volleyball

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Estuvieron varias horas tratando de llegar a un tema pero nada resultaba, ninguno estaba de acuerdo con la idea del otro, y simplemente chocaban con todo. En sí el trabajo es un escrito de veinte hojas sobre un tema de gusto común, como decidían eso, no tenían idea. T/n se preguntó, como es que Tsuki pensó en hacer un escrito de veinte hojas por separado, como se supone que unirían sus partes. Es que simplemente es tonto, se dijo. 

Finalmente decidieron irse a casa, ya se estaba haciendo tarde, y los padres de T/n la matarían si no llegaba pronto. Al salir de la biblioteca Tsuki conectó sus audífonos a su teléfono mientras caminaba a la salida, sin mirar atrás este se fue, colocándose sus audífonos. T/n trató de decirle adiós pero le quedó la mitad de la palabra en la boca, ya que el chico ya estaba fuera del establecimiento. Se sintió indignada, ni siquiera podía despedirse, que maleducado. 

Decidió hacer lo mismo, prefería disfrutar del camino con música. A medida que avanzaba no pudo evitar dejar llevarse por la música, de verdad le gustaban esos momentos de paz. Ya faltando unas cuadras para llegar a su casa, divisó a un chico saludándola emocionadamente y corriendo hacia ella. Nishinoya estaba con una pelota de Volleyball en sus manos mientras le hablaba a T/n, ella se sacó sus auriculares para escucharlo mejor y le preguntó: -Noya-san, ¿Qué haces por aquí?-.

-Qué dices, ¡vivo aquí!- dijo con una cara sonriente. T/n quedó sorprendida, no llevaba mucho tiempo en la ciudad así que no conocía sus alrededores, pero la idea de tener a Nishinoya cerca le hizo alegrarse aún más de tenerlo como amigo. 

-Oh, que bien, yo vivo a unas cuadras de aquí- dijo T/n devolviéndole una sonrisa. 

-¿Enserio? Te acompaño entonces, así no vas sola- 

-No es necesario, veo que estabas entrenando, no quiero molestar-. La verdad es que si quería que la acompañara, pero no quería encontrarse con que algún integrante de su familia haya llegado a casa, los viera y malinterpretara todo.

-No es molestia, sólo entrenaba  porque hoy no hubo entrenamiento pero vamos-. La tomó del brazo y empezaron a caminar. Para T/n se sentía muy tranquilo, no esperaba que lo fuese, al ver la personalidad del chico, pero éste no hizo nada loco, simplemente conversar de cosas triviales.

-Noya-san, ¿me podrías explicar algo de volleyball? si es que no te molesta, claro-. Desde que vio la cancha, le empezó a picar la curiosidad por el deporte, no sabía nada de él, y si tenía amigos que lo jugaban, deseaba conocerlo, quería aprender sobre volley.

-Claro, a ver, jugamos en distintas posiciones, yo soy el líbero del equipo. El líbero es quien recibe el balón y juega de manera defensiva. Normalmente no son muy altos, pero no elegí ser líbero por ser más bajo, sino porque de verdad me gusta, salvar a mis compañeros, darles la oportunidad de anotar solo al recibir bien, me hace feliz-. La expresión en sus ojos era brillante, se notaba la intensidad de sus sentimientos y lo importante que es el equipo para él, T/n no había pensado de él de esa manera, con sentimientos tan verdaderos.

-Me alegra escuchar eso, aunque no conozca mucho de volleyball, de verdad me intriga, y más aún al escucharte hablar con tanta pasión, me encantaría verlos jugar algún día-. 

-¿Porque no vienes mañana al entrenamiento?- dijo Noya con una sonrisa iluminada, se veía entusiasmado y esperaba que T/n aceptara.

-¿Lo dices enserio?¿No será una molestia? No quiero incomodar a nadie ni interrumpir el entrenamiento-. Al oír la propuesta T/n no pudo evitar sonrojarse, le emocionaba la idea pero no quería molestar al equipo.

-Para nada, le comentaré a los chicos que irás, será emocionante tener público de vez en cuando-. Para cuando Nishinoya confirmó su propuesta, ya habían llegado a la casa de T/n. Se alegró de no ver ningún auto conocido cerca, sino no tendría excusa para justificar que llegaba a casa con un chico y el sonrojo en sus mejillas.

"Little things"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora