Abril de 1975: Afueras de Saigón, Vietnam.
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Por mucho que intentaba centrarse en su cometido para olvidar toda la situación tan desagradable que sucedía a su alrededor no conseguía librarse ni del sudor ni los insectos, mató con una palmada contra su cuello sudado a la que debía ser ya el noventa y nueve mosquito que intentaba picarle y se pasó un trapo mojado con agua de su cantimplora, que hacía rato había perdido su inicial frescor, por la frente y cuerpo empapados por la humedad y sudor.
De complexión atlética y fuerte el agente de la CIA Masters era un hombre de mentón firme y cuadrado, pecho ancho y fibroso como el resto de su cuerpo musculoso y machacado en los gimnasios, llevaba el pelo rubio cortado muy corto y peinado en punta al estilo militar, nariz larga y recta bajo unos ojos castaños que observaban con firmeza y concentración pero sin temor. Se encontraba sentado dentro de un vehículo de transporte de tropas M-113 cuyas orugas avanzaban con dificultad a través de la espesa y
húmeda selva vietnamita, ante su mirada pasaron pagodas, campos de cultivo sumergidos en los que los pobres campesinos trabajaban en su recogida con arados y carros tirados por búfalos de agua y también vio pequeñas aldeas aspecto miserable en las que los niños correteaban y jugaban en el barro, después ante sus ojos fueron pasando kilómetros y más kilómetros de tupida selva con grandes arbustos y árboles que apenas permitían ver nada a uno o
dos metros a quien se atreviese a adentrarse en ellos. Se acomodó un poco mejor en su asiento, el banco interior del vehículo, y revisó por enésima vez su fusil de asalto M-16 y
su pistola Colt del calibre cuarenta y cinco, luego para seguir entreteniéndose comenzó a afilar su cuchillo mientras echaba un vistazo a su alrededor ya que no iba
solo.Dentro de su mismo vehículo iban seis hombres más, sin contar al propio Masters y a los dos tripulantes que eran el conductor y un comandante quien estaba a cargo de una ametralladora Browning M2HB de 12,7 milímetros montada en una cúpula y alimentada con una cinta de cien balas, a los pies del mismo comandante había una caja con varias cintas más, además de aquella defensa el M-113 también podía contar con la propia defensa de sus ocupantes que podían asomar y disparar con sus propias armas. Todos
ellos tenían el mismo aspecto de hombres recios, formaban parte del equipo de fuerzas especiales SEAL de la marina norteamericana, en sus rostros se veía la misma expresión
de firmeza, eran tipos duros quienes se habían fogueado en lo más duro de aquella maldita guerra contra un enemigo invisible y tan correoso como era el Vietcong o los soldados de Vietnam del Norte, vestidos con sus uniformes de combate con camuflaje iban equipados con cinturón y el
equipo habitual, mochilas y otras cosas y calzaban botas de caña alta, todo ello junto con su arsenal compuesto de pistolas Colt del calibre cuarenta y cinco y rifles de asalto
M-16 junto con los grandes cuchillos de combate Ka-Bar y granadas y cargadores.No eran los únicos ni mucho menos en avanzar por la selva, detrás y delante había una docena de vehículos M-113 con decenas de soldados del ejército de Vietnam del
Sur, concretamente del cuerpo de Rangers survietnamitas, bien entrenados por los estadounidenses y también con amplia experiencia en la lucha contra sus enemigos comunistas durante toda la guerra, la fila de vehículos estaba escoltada por cinco tanques M-48 Patton estadounidenses que acompañaban al largo convoy en su lento avance por el que debía ser el único camino más o menos seco que quedaba en "aquel maldito barrizal verde", como denominaban los estadounidenses a ese país.El jefe del pelotón, un forzudo hombre de cuarenta y tantos,
pelo corto con flequillo hacia afuera, ojos azules, nariz pequeña y mentón sobresaliente, era el teniente Johnson y de pie caminaba a un lado a otro del estrecho vehículo, cuya anchura era apenas de tres metros por lo que el
interior era angosto, a algunos soldados incluso se les hacía algo agobiante, y asomándose de vez en cuando para mirar fuera mientras resoplaba y silbaba con impaciencia, dirigió una mirada a Masters a quien preguntó.

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Street Fighter, el origen de los héroes.
FanfictionEn un pequeño pueblo japonés un candidato a campeón de lucha se entrena duramente para conseguir su sueño de hacerse con el título de ganador del Street Fighter la competición de combate más dura del mundo que se celebra en Japón, otro joven ambicio...