Corvus

CAPÍTULO 4

¿ACERCANDONOS?

"-Porque siento que vas a revolver toda mi vida...

-Un poco de revoltura no hace daño" -SDQ

En cuanto me pongo el collar me invade una gran tristeza y vagos recuerdos llegan a mi de aquel accidente

Toc... Toc...

Alguien llama a mi puerta, me limpio algunas lágrimas y con manos temblorosas abro la puerta. Siento a mi corazón latir a una velocidad impresionante al verlo del otro lado de la puerta, nuestras miradas se enganchan, como si estas de alguna forma se extrañaran y una onda de alivio choca contra mí ser.

- ¿Por qué estas llorando? - me pregunta mientras limpia una lágrima de mi mentón

- ¿Qué haces aquí? - digo un poco nerviosa por la sorpresa de su presencia.

Por unos momentos mis ojos lo recorren por todo el cuerpo intentando memorizarlo y al notar lo guapo que es escenas un poco subidas de tono llegan a mi mente y me sonrojo, ¿Qué clase de prima soy?, es el novio de Zoe.

- estaba buscando... ¿el baño? - me dice con una clara confusión en su rostro.

Miente. El sabe perfectamente donde está el baño, o acaso ¿será la primera vez que viene?

- Es la puerta de a lado – le respondo sin que nuestras miradas se desvíen ni una sola vez.

Siento mis manos sudar... siento como me recorre con la mirada hasta que llega a mis pechos, mira cuidadosamente el pequeño dije que llevo puesto desde hace un instante y una sonrisa ladina se forma en su rostro, es un papucho su cara parece tallada por los mismos ángeles.

- Mis ojos están aquí arriba, pervertido. – le digo un poco furiosa, pero el deseo empieza a crecer

¿Cómo es posible que una simple sonrisa me haga mojar las bragas? Pero alejo esos pensamientos sucios al recordarme como lo encontré en la situación con Zoe, seguramente su comportamiento es una fachada, lo más probable es que sea igual que mi prima.

Mientras me quedo pasmada en mis pensamientos, él se da la vuelta dirigiéndose a la puerta de a lado y aun con la mano en la perilla de la puerta, me dispongo a cerrarla, cuando a lo lejos escucho...

- Espero volver a verte... chica del baño-

Siento que me ruborizo ya que por un momento pensé que lo había olvidado.

A la mañana siguiente, de camino a la escuela ya en el autobús empiezo a darme cuenta que no fue buena idea ponerme un vestido con el clima de este pueblo, pero pues que se podía hacer, el despertador me volvió a ganar y tomé lo primero que encontré.

Nos dirigíamos mía y yo a la cafetería, al llegar miro de izquierda a derecha buscando una mesa para sentarnos y me encuentro con esos ojos color miel que me causan un no sé qué, que que se yo, que me encanta, volteo mi mirada hacia otro lado un tanto avergonzada.

- ¿Qué es lo que me está pasando? ¿Por qué me siento así?, esta no soy yo.

- ¿Por qué lo dices? -Mía me pregunta un poco desconcertada

¿Lo dije o lo pensé?

- No, no es nada- le contesto dejando salir un suspiro.

Después de haber elegido una mesa, me dispongo a ir a formarme para que me den mi charola con comida, mientras estoy formada, me doy cuenta de la presencia de alguien parado junto a mí.

- Hola chica del baño- me dice el novio de Zoe con un tono frio.

- Hola chico del baño, cuánto tiempo sin verte, ¿qué te trae por aquí? - le digo un tanto frustrada