Introducción

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"Y me acerqué a ella, provocativo y sutilmente; mi mano rozó su mejilla y fue bajando lentamente hasta su cuello. La miré fijamente a sus ojos brillantes, que resplandecían como nunca. Sentía su corazón latir muy rápido y su cuerpo algo tembloroso; no le dejé más espacio que la esquina de su cuarto y mi cuerpo.
Era el momento indicado, la espera ya no esperaba y las ansias ya no aguantaban.
Sin pensarlo más, la besé, con ese deseo incontenible y esa sed de querer besar sus labios carnosos, suaves, de ensueños.
Mis labios no se despegaban de los suyos, no querían, ni tampoco querían soltarme los labios de ella.
Con besos suaves, roces delicados, mordidas que lo eran todo. Besos lentos y rápidos, de los que te roban el aliento, de los que te hacen volar y hacer que el tiempo se haga eterno y fugaz a la vez.
Fueron esos labios hechos a mi medida, labios perfectos para besar toda una vida, toda una eternidad.
Son ese tipo de labios que uno no se cansa, no se agota de besar, porque en cada beso uno pone el alma y siente recibir lo mismo.
La verdad, no sabría cómo explicar lo que esos labios en mí causaron, tantas muertes y vidas en tan corto tiempo, tanto amor en un beso, tantos sentimientos, tanta pasión.
¡Cómo extraño esos labios!
¡Cómo extraño besarte!"

Introducción

"Vagaba en la ciudad, pensando en su belleza, su bello rostro y sus magníficos ojos, sus hermosos ojos cafés, enormes.

Pensaba en todo lo que podía pasar, solo deseaba verla, estar con ella y ser feliz, solo deseaba eso.

Aquí en la pequeña ciudad.

Viviendo la pequeña historia de ella"

1

Amanecía otro día, escuchaba mi despertador aún con pereza, no deseaba levantarme pero era necesario.

Tome mi ropa y comencé a cambiarme, primero el pantalón y después la camisa. Comencé a cepillarme el cabello, me sacaba un poco el estrés. Me lave la cara y me quite esas lagañas que tenía en mis ojos.

Baje a la cocina, me prepare una taza de café. Deliciosa y caliente, amo el café, me relaja y me mantiene despierto. En ese momento comencé a reflexionar acerca de mi vida pasada, de mis traumas, de mi niñez.

Recuerdo que mi familia no era común, siempre desee que mi familia fuese como las demás, como... Como... Las de mis amigos...

Me mantuve sólo durante mi infancia, mi madre se la pasaba trabajando, yo me mantenía en casa, viendo televisión o haciendo tarea. Solía asomarme por la ventana, amaba ver a los niños jugar. Nunca salía ya que mis padres no me lo permitían, decían que era peligroso o que simplemente no era adecuado para alguien de mi edad.

En ese momento sonó mi celular, era una de mi amigo, Ernesto, era muy raro que me llamase. Además, era muy temprano, 7:21 A.M. Seguramente era algo importante, aún no terminaba mi taza de café.

Conteste...

-¿Hola?-Dijo con un tono dubitativo.

-Hola Ernesto.

-¿Cómo estás?

-Bien y ¿tú?

-Digamos que bien.

-¿Por qué?

-Ja, me castigaron.

-Jajaja, ¿Por qué?

-Ya me conoces.- Respondió sarcásticamente.

-Mmmmmm...

-¿Pasa algo?- Pregunto dudoso.

La Pequeña Historia De EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora