Los nervios crecen en mi interior mientras termino de subir la escalera que me lleva a la azotea.
Vamos Kim, ella ya lo sabe, sólo hay que encararla.
Una vez que estoy frente la puerta doy un suspiro y seco en mi suéter el poco sudor que ha comenzado a empapar las palmas de mis manos.
Vamos Kim, tu puedes.
El plomo de la puerta se siente frío, mientras mi mano se encarga de darle la vuelta hasta por fin lograr hacer que la puerta se abra.
La luz del sol me ciega, por lo que tengo que poner una mano sobre mis ojos.
Una pequeña mirada a mi alrededor me basta para darme cuenta de que hay una silueta a unos cuantos metros de mi dándome la espalda.
Un nuevo suspiro sale de mis labios, llamando su atención, de quien por instinto voltea hacia mí.
─ ¿Jennie?
Quiero correr debido a los nervios, pero, como si ahora mis piernas tuvieran consciencia propia, comienzan a moverse, ocasionando que la distancia ahora sea diminuta.
Sus ojos me miran de arriba hacia abajo, hasta que se detienen en mi rostro, el cual escanea con cuidado durante unos segundos.
─ Nunca pensé que encarar esto sería tan díficil.─habló después de lo que resultaron ser los segundos más incómodos de toda mi vida.
Ella se encoje de hombros tranquila. ─ Nunca pensé que esto llegaría a pasar, al principio creí que serías una de esas chicas que se creen la gran cosa, como Hyuna, pero en cierto punto me alegra que seas tú.
─ ¿Por qué?
─ No eres de llamar mucho la atención, mucho menos de querer hacerlo, y está bien, eso me agrada de ti.
Sonrío de manera inconsciente.
─ Mira, hasta tu sonrisa es linda.
Un ligero rubor comienza a crecer en mis mejillas y de pronto comienzo a sentir calor en mi rostro.
─ Lo siento.
─ ¿Por qué?─Su mirada se vuelve confusa.
─ Por intentar parecer ser segura de mi misma a través de unas simples notas, cuando en realidad no sé ni cómo reaccionar ante ti.
─ Oh, vamos Jennie, tu inseguridad no es un obstáculo para atraer mi atención.
─ Sé que debí ser directa desde un principio y no serlo a través de unas notas.
─ Está bien, me diste el tiempo para darme cuenta de que hay una chica bonita intentando llamar mi atención.
Bonita.
─ Pero y Suzy...
─ Eso ya no importa ahora Jennie.─Toma mis hombros, acercándose más a mi─. Te he estado observando durante este corto tiempo y me he dado cuenta que ni Suzy es tan bonita como tú.
Ella sonríe y como si a mi cuerpo no le importará, mi ritmo cardíaco aumenta y mis piernas tiemblan.
.....
La campana había sonado, ocasionando que ambas bajarán a la planta baja y se separaran para ir a sus respectivas clases.
Jennie por fin la había confrontado y como si ahora toda aquella inseguridad se hubiera esfumado se dirigió directamente al casillero de Rosé, en donde ésta se encontraba hechando algunos de sus libros a su mochila.
─ Jennie. ─dice Rosé una vez que la mira.
Ella le extiende un pequeño papel y Rosé lo toma con cuidado.
─ ¿Qué es esto? ─pregunta mirando el papel y comenzando a desdoblarlo.
¡Hey, Rosé!
¿Tienes tiempo este sábado?
Rosé mira con una sonrisa el papel, para después mirar a Jennie.
─ Por supuesto.
END
