VI

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Musica de ambiente: Sick Thoughts — Lewis Blissett.

Musica de ambiente: Sick Thoughts — Lewis Blissett

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Scarlett avanzó hacia el exterior de la Comisaria. Había dejado ya sus armas e instrumentos reglamentarios en la armería. Se colocó los lentes sobre la cabeza, mientras soltaba un agotado suspiro de cansancio.

La noche se había apoderado de todas las personas y la misma ciudad. La luna estaba colgada sobre sus cabezas junto a un centenar de poros blancos pintados en el manto negro como un bello lienzo de una pintura hecha por un gran y reconocido pintor clásico.

Empujó las puertas de cristales caminando hacia las escaleras para bajar hacia el aparcamiento del lateral. Buscó las llaves de su Jeep Wrangler para quitarle la alarma, haciendo que este titilara en respuesta al ser desactivada.

Se detuvo en su lugar al notar a Greco parado a unos metros de ella con un cigarrillo en manos, fumando en soledad y silencio. Desvió la mirada hacia un lado, tratando de pensar con cuidado qué hacer. No sabía si acercarse y disculparse o pasar de él para salir de una vez por todas de la comisaría.

Inhaló aire, cerró los ojos y soltó todo el oxígeno acumulado en sus pulmones. Avanzó unos pocos pasos hasta pasar por un lado del castaño, comenzó a bajar las escaleras hasta que oyó la voz del castaño en su espalda que le hizo detenerse en el segundo escalón. Pensó que había sido su mente por lo que bajó otro escalón nuevamente.

—Te estaba esperando. —esta vez, la voz de Greco sonó más; lo que hizo a la azabache girarse sobre sus talones para mirarlo. Alzó la cabeza para verlo, al final estaba en desnivel.

Greco soltó el cigarrillo tirándolo al suelo para después pisarlo con la azuela de su zapatilla. Fijó su mirada melancólica sobre ella, quien esperaba expectante que continuara hablando.

—¿Sabes por qué abandoné Los Santos? —interrogó Greco, y Scarlett no respondió por lo que él asumió que no lo sabía.—Perdí a tres muy queridos amigos en un solo día. Desde entonces no quería hacerme más cargo de las mallas, no sería capaz de soportar otra perdida; asi qué renuncié a la placa.

—Y saber que tus compañeros murieron, te afectó por lo mismo. —concluyó Scarlett y Greco asintió dándole la razón. La azabache soltó un suspiro triste mientras desviaba la mirada hacia otro sitio que no fuese el castaño, recordando parte de su vida. Apretó sus labios formando una línea recta. Devolvió la mirada hacia Greco.—Siento que te hayas enterado así. Para mi también fue una noticia muy dura haber perdido a Conway, era lo poco que me quedaba de mi pasado.

—¿Y cómo sigues haciendo esto después de haber perdido a Conway y más compañeros? —preguntó Greco y Scarlett no contestó, simplemente no encontraba las palabras adecuadas para responderle y expresarle exactamente qué sentía sobre aquella pregunta.

𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐁𝐎𝐒𝐒 [Greco Rodríguez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora