[ADAPTACIÓN TERMINADA]
─➤"Porque la eternidad es demasiado larga y aburrida para pasarla solo."
─➤Donde Yoongi es un demonio que ya se aburrió de destruir, torturar y matar, se siente solo y sin motivación en su fría y desolada vida. Pero no le impo...
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Una herida en su mano y la sangre derramándose sobre aquel extraño símbolo era muestras de aquel pacto que estaba por hacerse, Yoongi observaba a la desesperada mujer son una sonrisa burlona en sus delgados labios.
Jeon Sunhee, una joven mujer de buena familia, en su desespero por quedar en estado de embarazo y cansada de los tantos tratamientos sin los resultados deseados, y bajo la presión de su marido amenazándola día y noche con que si no le daba un heredero se conseguiría otra mujer, opto por cometer una locura.
-Suga se que estas ahí, estoy aquí para proponerte un trato, te doy mi alma a cambio de que me concedas el deseo de quedar embrazada.
Aquel horrible lugar apartado de la ciudad tenia un desagradable olor a humedad, estaba viejo y descuidado, pero era el lugar perfecto para que nadie se diera cuenta de lo que estaba por hacer.
Yoongi hizo un gesto de desagrado, si el quería el alma de esa mujer, se la habría comido desde el primer momento que ella ingreso a ese lugar solo y abandonado, ademas las almas tenían mejor sabor cuando eran puras e inocentes, algo que esa mujer claramente no era, pues sus acciones eran motivadas solamente por la ambición al dinero, miedo a que su esposo la abandone y le arrebate esa vida de lujos y comodidades.
-¿Suga? -Volvió a llamar al ver que no recibió respuesta.
Yoongi se acerco a ella la observo cuidadosamente, sus rasgos eran finos y delicados, vio que era hermosa, bien podría violarla, y luego matarla, hace varios días que no tenia un buen polvo, pero eso ya no le emocionaba, su falta de motivación lo hizo negar desechando esa opción.
Habia pasado los últimos dos meses encerrado en esa vieja cabaña, la mayoría del tiempo durmiendo, pero no negaba que fue divertido ver a la tonta mujer intentar hacer un ritual, obviamente los rituales no se hacían así, todo el procedimiento estaba mal, una burla para ser sincero.
-Lo sabia, jamas debí venir. -Soltó resignada y molesta, todo había sido en vano, fue mala idea hacerle caso a su amiga, seguramente se trataba de una broma, y ella estúpidamente le creyó.
Limpio el resto de la sangre de su mano, tomo su bolso y se dirigió a la puerta dispuesta a salir de ese cochino lugar, pero por algún motivo esa se encontraba cerrada y no abría. Yoongi miraba a la mujer luchar para abrir la puerta y como maldiciones salían de su boca pintada exageradamente de labial rojo, le hubiera dejo ir pero al momento de que esta tomo su bolso una idea cruzo su mente, era lo que necesitaba para darle un poco de emoción a su aburrida vida, como no se le ocurrió antes, la sonrisa sádica y enferma en su rostro eran pruebas de que cualquiera que sea la idea que se le haya ocurrido no era para nada sana.
-¡Maldición! ¡Abre maldita sea!-gritó dando un golpe a la madera.
-No abrirá esta cerrada por afuera.
Sunhee sintió como un escalofrió que recorrió todo su cuerpo y su corazón comenzó a palpitar atemorizado, sus ojos se abrieron y sus pupilas se dilataron, sus manos empezaron a temblar, podía sentir un fuerte presencia tras de ella, sus ojos penetrantes que la observaban, su cuerpo empezó a temblar pero aun así se dio la vuelta, sus ojos miraron a un hombre mirándola a unos escasos centímetros, se cabello negro y despeinado, su piel tan pálida que hasta parecía enfermo, sus ojos parecían fuego y resaltaba en la oscuridad, sus ropas eran oscuras, se miraban viejas pero aun así las lucia con elegancia.