vuelta a casa...

54 5 2
                                    

Todavía quedaban nueve horas para que saliera nuestro avión a casa. La verdad es que ahora era un poco raro estar con Josh después de lo de anoche. No se si era solo una cosa de unas horas o ahora estábamos saliendo, pero tampoco me iba a parar a preguntar.

Me duche, me arregle un poco y baje abajo a ver la tele un rato. Unos minutos después noté como el otro lado del sofá se hundía un poco. Gire la cabeza y mis ojos se quedaron clavados en los de Josh. Él me dedico una sonrisa y yo le respondí con otra, luego baje la mirada y seguí viendo la tele.

-Me encanta tu sonrisa-  me dijo rompiendo el silencio.

-Gracias- le conteste.

La verdad es que no sabía como reaccionar ante esta situación. No se me daba bien eso de ser romántica o tontear con nadie puesto que nunca había buscado nada serio con ningún tío, o simplemente surgía algo sin más, pero con Josh era diferente. A su lado no podía parar de sonreír y me ponía roja en cuanto me decía algo bonito.

-Dana.

-Dime.

-Bueno, creo que deberíamos hablar sobre lo que paso anoche.

Genial, ya ha sacado el tema.

-Vale.

-Veras, no se si para ti solo fue algo para pasar el rato y quedar como amigos, pero para mi fue algo más que eso. Me gustas Dana y me encantaría que salieras conmigo.

-No se que decir me has dejado sin palabras.

-Solo dime ¿Dana te gustaría salir conmigo?- me dijo casi susurrandome a pocos centímetros de mi cara.

-Si.

Comparado con lo bonito que me lo estaba diciendo todo, mi si era algo insignificante pero pareció bastarle. Me dedico otra de sus perfectas sonrisas y me besó. Cuando nos separamos yo me quede con los labios todavía como si le estuviera besando y los ojos cerrados. Parecia estupida.

-Tenemos que hacer las maletas- me dijo, y yo asentí en forma de respuesta.

Subí a mi habitación y empece a colocarlo todo. Entre mis cosas había una camiseta de Josh, todavía olía a su colonia, algo que me encantaba. Me la puse y me tubé en mi cama, (ya sin savanas). De repente la puerta se abrió.

-¿Te gusta? Puedes quedarte la si quieres.

-Me encanta, gracias.

¿Por que no podía parar de decir gracias? Supongo que ver a Josh hacia que se me pusiera la mente en blanco y no pudiera parar de pensar en él.

-Bueno, que quieres hacer antes de ir al aeropuerto.

-No sé, ¿vamos a la playa?

-Tengo un plan mejor, pero tienes que llevar bikini.

-Vale.

-Te espero abajo.

***

Después de estar veinte largos minutos en el coche, Josh porfin me guio hasta donde hoy pasariamos todo el día. Me quitó la venda, y allí estábamos, en lo alto de un acantilado. El sitio seria perfecto si no fuera por que tengo miedo a las alturas. Por mi aspecto, la gente me dice que parezco una persona dura de pelar y que no tengo miedo a nada, pero las apariencias engañan, y la verdad es que puedo parecer dura o lo que querais, pero también tengo mis problemas y mis miedos como todo el mundo.

Pensé que no pasaba nada si mientras no dijera que nos tiraramos al agua. Entonces saca un par de sandwiches y unos refrescos para comer. No trajimos nada para sentarnos ni para hacer un picnic, así que decidí apollarme en una roca. Después se quito su camisa dejando la caer al suelo.

-¿Vienes?

-¿A dónde?

-Al agua

-No se si te lo he mencionado pero tengo miedo a las alturas- le digo con una sonrisa inocente.

-¿Tu?, ¿miedo a las alturas?

-Si, así es.

-Vale, ya se, ven.

Entonces sigo sus ordenes y me acerco a él. Me agarra la cintura por detrás de mi y me pide que confie en él y que cierre los ojos. Damos unos pocos pasos hacia delante y me empieza a besar el cuello mientras susurra . Se me pone la piel de gallina por sentir su cálido aliento en mi cuello y al cabo de unos segundos, acabo tirandome por el acantilado con Josh.

La adrenalina se apodera de mi cuerpo. Cuando ya se me pasa el susto, abrazo a Josh por su cuello y el me vuelve a abrazar por la cintura. La mañana y parte de la tarde transcurre rápidamente entre besos y risas, hasta que llega la hora de irse al aeropuerto.

***

El vuelo se pasa rápido.

Parece que Josh ya tenia planeado todo. Al salir me lleva hacia su moto.

-¿Has dejado la moto aquí desde que nos fuimos?

-No, que va, le pedí a un amigo que la dejara aquí esta mañana.

-A vale.

Nos subimos y Josh me deja en casa. Dentro están mi tía y su novio esperando con una tarta en la que pone bienvenida.

Estaba contenta de volver a casa pero por una parte me encantaría estar con Josh.

Las apariencias engañanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora