Capitulo 1

88 8 0
                                    

Bueno, nose como empezar, así que comenzaré con lo más básico.

Soy Dana Kirov y tengo 16 años. Vivo en las afueras de Nueva York, cerca de la playa de Rockaway. Si estoy aquí es gracias a mi tía Kristin Cashore, que me acogió con tan solo 12 años.

No he tenido precisamente lo que es una infancia de 5 estrellas puesto que mi padre se murió cuando yo tenía 5 años en un accidente de coche, y bueno mi madre... eso es una historia que contaré más adelante.

Cuando llegué a aquí no le hizo mucha gracia a mi tía, ella tenía planes que no ha podido cumplir. Quería casarse con su ex-novio Kai Fenrris, un multimillonario que conoció en una pagina web, pero que la dejó cuando se entero de que ella se tendría que ocupar de mí al menos hasta que fuera mayor de edad.

Siempre ha sido muy dura conmigo, creo que es porque le fastidie todo, pero eso no es culpa mía, yo no decidí tener esta vida.

También vivo con Damian, el novio de Kristin. Se conocieron hace un año en un bar. Lo único que hace es comer, ver la televisión con una cerveza y estar con mi tía. Aunque es muy majo y le hace feliz a mi tía. Lo bueno es que no es el típico gordo de las películas que trata a las mujeres como chachas. El también trabaja y esta en forma a pesar de que no hace nada de ejercicio.

En los estudios... no voy muy bien pero al menos apruebo, aunque hace una semana me echaron de mi instituto por escaparme, pero no solo por escaparme una vez, sino por irme mas de 50 veces en lo que llevamos de curso, vamos 2 meses, y no solo me han echado por eso, también por algunos avisos graves que llevo. Mejor no decir el por qué.

Mañana empiezo en un nuevo centro de estudios y le he prometido a mi tía cambiar de actitud.

***

Abrí los ojos, eran las 7:00 y mi tía ya estaba dándome la vara con que me despertara o llegaría tarde, pero la evite y seguí durmiendo. Sentí que me quitaban la manta y al despertarme para ver quien había sido me encontré a Kristin, estaba con las manos en la cintura mirándome seriamente.

-Jovencita te he dicho hace media hora que te levantes y te prepares, así que ya puedes mover ese culo de la cama, hacerme caso y prepararte si no quieres estar castigada.

-Más de lo que estoy, eso es imposible.

-Dana... no me hagas enfadar más de lo que estoy, no te gustaría nada verme así.

-Ya voy, ya voy.

***

Salí de casa y me dirigí a lo que hoy sería una verdadera pesadilla, el nuevo instituto.

Cuando llegué todo el mundo me miraba como si fuera un fantasma, o algo así, y se susurraban cosas entre ellos, como si no los fuera a oír nada. Decían cosas como mirar a la nueva, que rarita es. De repente llegaron las típicas pijas que no se cortan ni un pelo en insultar a las demás.

Una de ellas chocó su hombro con el mio.

-Uy, lo siento no te había visto, es que con esa ropa de mercadillo te camuflas bastante bien.

-Yo al menos no parezco una barbie recién salida de una tienda de juguetes.

-Mejor parecer una barbie con estilo que una vagabunda que vive en la calle.

-Oye, si tu Ken te ha dejado no la pagues conmigo. Buscate a alguien que te soporte esa voz de pito que tienes y tus estupideces y deja de creerte guay por llevar unas tacones de 15 centímetros.

Entonces me fui pensando que ojalá se torciera un tobillo con esos zapatos.

Después de 5 horas metida en un aula llego la hora de irse a comer, por suerte la mía, a casa.

Otra vez me volví a encontrar con la pija de Madison que me tiro su batido de fresa a la cabeza.

***

Todavía seguía esperando a que mi tía y los padres de Madison salieran del despacho de la directora.

Después de lo del batido empezamos a pegarnos, por suerte para ella, un profesor nos separó.

***

Desde la charla con la directora, Kristin no me había dirigido la palabra, lo único que me dijo es que tenia que hacer servicios sociales al colegio como castigo y que fuera ha comer y a cenar. Después de eso, me fui a dormir. Por fin se termino ese horroroso día.

Las apariencias engañanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora