PRÍNCIPE (Armin y tú)

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Armin: ¡Meyer!

Jean: ¡¿A dónde vas, idiota?!

El rubio había salido disparado hacia el otro lado del muro utilizando su equipo de maniobras tridimensional... Sabía que ella estaba allá... Dirigiendo el primer escuadrón de defensa...

Sasha: parece... Que _____ fué atrapada por un titán... O es lo que escuché...

Habló la pelicafé llevando a uno de sus compañeros heridos.

Por su parte, Armin llegó al otro lado y rápidamente tomó su caballo para dirigirse hacia el sur, en donde estaba la tropa de la capitana Meyer... O lo que quedaba de ésta.

Armin: ... Por favor... No te vayas...

A lo lejos divisó a un enorme titán cerca de los 15 metros de altura, y en sus manos, a una pequeña chica morena y pelirroja, quién al parecer hacia un gran esfuerzo por no dejarse devorar, sosteniéndose con sus piernas sobre los enormes dientes del titán, su equipo de maniobras y espadas habían sido destruidos.

Armin: ¡_____, no dejes de ejercer fuerza, aguanta hasta que llegue!

Al escuchar esa voz... Esa dulce voz que ahora se escuchaba desesperada y casi desgarrada, la chica volteó hacia él, no estaba tan lejos, podría esperarlo, desde luego que aguantaría... Pero...

_____: *Armin...*

¿Sería lo mejor?... Después de todo, ¿Qué importaba si era devorada por un titán?... Pondrían a alguien más a cargo de su nuevo escuadrón... Sus compañeros se alegrarían seguramente... Y dejaría de interferir en la vida de Armin...

Armin: *¿Qué haces?... ¿Porqué?... Te estás... Soltando*... ¡¡MEYER!!...

>>>>> FLASHBACK >>>>>

Año 845, un agradable ambiente de paz inundaba el interior de los tres muros creados como fortalezas para proteger a la humanidad del gran peligro que representaban los Titanes.
La vida en el interior no era tan mala, había una jerarquía en la sociedad, tal vez no tan justa, pero al menos la gente vivía en paz, las familias estaban a salvo, tenían alimentos y era lo que importaba.

Entre las familias productoras y exportadoras de alimentos hacia el interior de los tres muros, se encontraba la familia Meyer, quienes poseían extensos terrenos de cultivo y espacios para criar el ganado, tenían a mucha gente trabajando para ellos, por lo que eran parte de las familias más adineradas del Muro María.

Recientemente, el hijo mayor del líder de la familia, Henry Meyer, había quedado a cargo de la exportación debido a que su padre había desaparecido, viéndose obligado a abandonar la Legión de Reconocimiento y así cuidar también de su pequeña hermana de 11 años, _____ Meyer.

Ese día, cerca de la puesta del sol, Henry había vuelto a casa tras haber cerrado algunos negocios con exportadores del interior del muro Rose.
No solía ver mucho a su hermana debido a su trabajo, pero a menudo tenía varias quejas de los vecinos, ninguna tan grave como para castigarla, aún así pedía que el mayordomo estuviese al tanto de ella.

La pequeña _____ pasaba sus días pegada a un libro, un libro que le había regalado su padre cuando aún era muy pequeña, lo leía todo el tiempo sin importar el momento o el lugar.

Henry: _____, tengo hambre, acompáñame a comer.

Habló el chico abriendo la puerta de la habitación de su pequeña hermana.
La niña estaba acostada bocabajo en su cama, leyendo como siempre, mejor dicho, observando una de las páginas ilustradas.