PRÍNCIPE (Armin y tú)

8

El sol comenzaba a iluminar el interior de los muros, y a quienes se encontraban fuera de sus casas. Era una mañana fresca y bastante agradable.

Bertholdt: ¿Qué ocurrió anoche?

Preguntó el chico sin dejar de mirar el camino por dónde iban cabalgando.

Reiner: no lo sé... Solo, de pronto _____ apareció en mi cabeza... Es extraño.

Bertholdt: miraste con molestia a Armin, tú no eres así... Noté que estás comportate de manera extraña después de lo que ocurrió con la herida de Meyer...

Detuvieron los caballos una vez alcanzando el muro Rose, no había mas a dónde ir.

Bertholdt: Reiner, ¿Qué es lo que tiene de especial la sangre de _____? Ella también ha hecho lo mismo con sus heridas pero dice que solo es sangre común y corriente, con el clásico sabor metálico...

Reiner: no, no lo es... Es dulce... No es un sabor desagradable. Me sentí extraño, en ese momento...

Bertholdt: de repente te interesó Meyer, ¿Crees que tenga algo que ver?

Reiner: no lo creo, es solo sangre, no tiene relación alguna con las emociones... Tal vez solo he estado pasando mucho tiempo con ella.

Bertholdt: temo que discrepo un poco en eso, yo he pasado el mismo tiempo o tal vez más que tú a su lado, y solo la veo como una compañera más de la Legión.

Respondió cruzándose de brazos mientras se recargaba en el muro.

Reiner: él dijo algo sobre la familia Meyer...

Bertholdt: eso es algo que nunca comprendimos, además ni siquiera sabemos nada sobre esa familia solo que eran un montón de corruptos.

Reiner: mientras no se sepa nada, _____ y todos nosotros estaremos en peligro si no sabemos cómo funciona su ADN y como puede aprovecharse correctamente.

Bertholdt: eso le toca hacer a la sargento Hange, ¿No es así?... Vámonos, no tenemos nada que hacer afuera.

Subieron nuevamente a sus caballos y volvieron a la base de la Legión.

• Mientras tanto en la cocina •

_____ sostenía el mentón del chico rubio con una de sus manos, manteniéndose bastante cerca de él... Armin estaba algo nervioso y sus manos se habían puesto frías, la última vez que había intentado besarla ella se había echado hacia atrás... ¿Ocurriría lo mismo si lo intentaba ahora?

Lo estaba pensando muy en serio, sacó valor de lo más profundo de sí mismo y se acercó un poco a la chica...

_____: fué broma, está bien que te guste Annie...

Dijo alejándose de él y soltándolo de golpe mientras se levantaba para irse.

_____: pero sí... Me molesta mucho eso... Y no sé porqué... Eso no va conmigo. Además, se supone que estoy ayudando a Bertholdt con ella, será mejor que la olvides Armin...

Respondió moviendo su cabello nuevamente, su actitud arrogante aparecía de manera frecuente cuando tocaban temas que le desagradaban.
Caminó hasta las escaleras, no esperaba una respuesta por parte de Armin, pensaba que lanzándolo hacia otra chica posiblemente se iría todo lo que sentía pero, en definitiva no estaba funcionando, cada vez que lo hacía se reprochaba a sí misma y se preguntaba porqué... ¿Porqué le costaba tanto soltarlo? ¿Porqué lo hacía sí era ella quien quería estar a su lado?

Simplemente el orgullo se lo impedía, no quería ser esa niña mimada y fantasiosa, tenía metas planeadas, y sabía que Armin era el único complemento que le faltaba... Pero, lo estaba rechazando... Porque no quería que todo saliera mal otra vez.