EL REY DE CORAZONES

57 4 2
                                    


Hola queridos lectores y lectoras que me siguen a pesar de que no he publicado mucho por aquí, antes que nada quiero ofrecerles una disculpa muy grande por hacerlos esperar y no saber nada de mi pero debido a la modalidad de clases en linea los ojos se me han cansado mucho últimamente que ya no me dan ánimos para sentarme a redactar, pero también he estado al pendiente de que han visto mis historias anteriores lo cual me hace sumamente feliz y es por eso que me di un tiempo para traerles estos dos capítulos de mi libro nuevo titulado "escúchame con el corazón" espero les agrade y recuerden que las canciones usadas para estas historias no son de mi sutoria al mismo tiempo que las letras de estas mismas y los personajes de yugioh tampoco son míos son propiedad del maestro Kazuki Takahashi autor de este gran manga, la historia es mía en su totalidad.


Cuenta la historia que en una plaza vacía había un vendedor que en su mirada se reflejaba la inocencia en su fina piel se percibía la delicadeza de una muñeca de porcelana, sus ojos grandes color amatista de gran brillar como una invaluable joya, aquel peculiar peinado en puntas adornado con colores rubio, negro y magenta por las orillas y sobre todo aquel carisma que destellaba al vender sus flores  lo hacían relucir como una grande estrella brillante llena de luz en el firmamento; aunque nadie se le acerba para comprarle alguna flor jamás se apagaba su voz, el vender sus flores por decirlo metafóricamente era símbolo de brindarle esperanzas a un alma que necesitara contemplar el amanecer por haber perdido a un amor o que este no fuera correspondido para ser liberado (a) de aquella noche eterna que le pudiera causar dolor.

aquel dulce muchacho de nombre Yugi quería ofrecer sus alas y sus labios a los hermosos cielos del amor que aun desconocía, y al mismo tiempo un chico de nombre Atem buscaba sentimientos semejantes por lo que deseaba ser correspondido y ofrecer un noble corazón que no lo lastimara.

a diferencia de aquel mercader en su mirar se podía reflejar la frialdad de un corazón herido, sus ojos de un destellante color rubí que te desnudan el alma y la quema en las llamas del infierno, de un peinado semejantemente extravagante y parecido al de aquel muñeco de porcelana solo que sus mechones rubios sobresalían en forma de rayo por en medio de los otros dos colores que adornaban sus puntas el negro y el rojo, de complexión delgada pero al mismo tiempo poseía un perfil de gallardía, valentía y que podría entregar su alma devotamente al merecedor o merecedora que conquistara su corazón, aquel caballero de piel canela caminaba sin rumbo algún lugar donde el viento y su instinto lo llevasen sin imaginarse que entre su travesía germinaría de nuevo como una planta aquel sentimiento que consideraba por olvidado el amor.

La plaza de ciudad Domino era un lugar concurrido donde caminaba mucha gente y su múltiple caminata le hacía recordar que solo era un insignificante humano más que compartía el mismo espacio con las personas que le rodeaban, hasta que una broma del destino le hizo alzar su mirar para quedar conmocionado ante aquel brillo del color amatista que le invitaban a contemplarlos siendo acompañado por una sonrisa de gran calidez como las carisias de los mismos rayos del sol.

se preguntaba a si mismo que aquella criatura no podría existir, solo era una mala pasada de su estúpido destino, pero así fue su encuentro con aquel príncipe. aquel chiquillo que irradiaba paz con tan solo gesticular una sonrisa, la persona por la quien tanto oraba su corazón y anhelo se encontraba a unos metros sentado en la fuente del reloj vestido con una camisa blanca de mangas cortas y un pantalón azul marino que iba acompañado de un cinturón con muchas piezas redondas metálicas que sobresalían de este accesorio y su peculiar collar negro que tenía una hebilla metálica por en medio que cubría parte del cuello de aquel pequeño y en sus manos portaba un cono de helado de vainilla que degustaba sin preocupación alguna solo era él y su dulce inocencia, aquel muchacho de los ojos carmín se dio cuenta que aquel mercader solía frecuentar la fuente del reloj, así como el parque ya que le gustaban los lugares tranquilos, diario a lo lejos contemplaba su delicado mirar que le hacían delirar que el seria el rey definitivo en su corazón, pero al mismo tiempo tenía miedo pues no se sentía merecedor de cortar aquella flor silvestre y atarlo al abismo de su persona, por lo que decidió esperar para endulzar poco a poco su corazón hablándole al oído.

si no eran flores, eran regalos simples que aquel mercader empezó a recibir de forma misteriosa, estos detalles alegraban el alma de aquel pequeño, se sentía complacido, querido... amado jamás se imaginó que alguien estuviere interesado en la sencillez de su persona, el sonroje sobresaliente pintaba en sus mejillas denotaba que aquel soberano de la oscuridad estaba logrando construir un imperio en aquel ser de corazón frágil y radiante de luz.

El reloj continúo haciendo su tic, tac, la luz y la oscuridad se unieron en un bello eclipse que sobrepaso la cordura de ambos entre besos y caricias se lograron entender muy bien no necesitan hablarse para expresar lo mucho que se amaban en ese momento, tocar el cielo era lo que deseaban compartir cada minuto y segundo de su existir para saber que lo que estaban experimentando no era un simple sueño. más bien era la conquista de un corazón que había caído doblegado ante los encantos de aquel príncipe que, aunque sus emociones se encontraban en ruinas, se pudo convertir en el rey definitivo siéndole perteneciente a un solo dueño al quien le ha jurado permanecer a su lado hasta el fin de los tiempos.

esta historia fue inspirada en la siguiente melodía llamada "kingdom heart" de Lindsey Stirling me encanta mucho su música y en especial esta pieza por lo que les dejo el link de esta melodía por si no la han escuchado esta es versión piano la original es en violín.

https://www.youtube.com/watch?v=qHG0mFiXdZo 

Escúchame con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora