Capitulo 7- ¿Eres Virgen?

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- ¿Eres virgen? - le preguntó.

Alyssa asintió tímida.

- Vaya, me esforzaré entonces. - le dijo, haciéndola reír. Pero aquella risa se transformó en un gemido más, el pene de Ryan estaba rozándole suavemente el sexo. Moviéndolo de arriba hacia abajo en toda su húmeda hendidura. Y sus manos se tocaron de pronto, las manos de Ryan llevaron las de Alyssa hacia su espalda, haciendo que se sostenga de ella. - si te duele, solo abrázame.

Se miraron. Una última vez. Aquello había sido rarísimo. ¿Qué acaso no habían acordado que aquello sería sin sentimientos? Y lo último que él le había dicho había notado lo contrario. Pero ella no tuvo ni siquiera tiempo para pensar en ello... la primera embestida había sido la peor. Joder, tragó saliva. Le había dolido hasta en el alma. No podía ni siquiera desahogarse gritando o apretando la espalda de Ryan, simplemente la había dejado sin fuerzas, completamente debilitada. De pronto, un respiro. Ryan salió de ella. Mientras Alyssa echaba la cabeza para atrás, soltando un gemido que apenas él pudo escuchar. Cerró los ojos con fuerza. Le había dolido y mucho. Pero aquello solo había hecho que le dieran ganas de más. Levantó la mirada, Ryan se había introducido en ella sin avisar.

- ¡Sí! - gritó esta vez. Aquello había sido aún más fuerte que la primera vez. Había entrado más. Sentía la punta del pene de Ryan atravesarle los sentidos, estaba llegando muy lejos. - más... más por favor...

Y eso fue exactamente lo que recibió. Una embestida más. Y no pararía. Empezó a mover su enorme Pene en círculos para ella. Haciéndola gemir aún más fuerte. No podía controlarse, y menos aún al sentir las pequeñas manos de Alyssa apretarle la espalda. El ritmo crecía. Estaba más duro que nunca. Igual o mejor que el metal.

- ¿Te gusta? Vamos, dime... - sacaba y metía su durísimo pene de ella como facilidad, rápido...cada vez más rápido.

- ¡Sí, sí...! sigue, sigue... - le ordenó. Inclinó las caderas para sentirlo aún más. La estaba follando con una fuerza única. Ya ni siquiera sentía las caderas. Su cuerpo, bañado en sudor, se había pegado al de Ryan en uno solo. Eran uno solo. Aquella noche había dejado de ser virgen. - mnh, sí... - murmuró, una pequeña calentura le invadió el cuerpo. La había empapado completamente, Ryan se había corrido en ella, bañándola de su propio semen. Y ella, no había tardado en darle su dulce orgasmo.

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Efectivamente le estoy escribiendo a fantasmas por eso hice el capitulo corto por que no tenia muchas ganas de escribir algo así ya que casi nadie lo ve, pero en fin lo hice por que quiero ver si a medida que va pasando el tiempo voy encontrando nuevas lectoras, me pone mal que nadie lea la novela :(

Gracias por leer las que la leen que se que son pocas y ni se molestan en comentar o tan solo dejar su voto :(

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