Manicomio de amor "TERMINADA"

//Capitulo 1/Primeros días//

Narra Izuku.

Ya han pasado dos semanas desde que llegue ah este lugar, y sinceramente salgo simplemente para buscar mi comida, luego voy a la biblioteca donde me pongo a leer un poco, y también leo las noticias que ocurren en el exterior, sinceramente lo único que me llamo la atención de aquellas informaciones, fue el ataque que recibió UA hace poco.

Fue impresionante lo mucho que se toco ese tema durante la semana, repetían una y otra ves las mismas palabras "UA ya no es segura" "Para mi que si esto sigue igual, tendremos a mas niños que enseñarle el lugar" aunque este ultimo le hablaba a la nada, a lo mejor sufría de esquizofrenia . . . pobre hombre.

A mi sinceramente lo único que me llego a preocupar un poco fue mi madre, razón: Mi hermana menor esta en UA, me preocupaba que mi madre fuera a alterarse mucho por saber que su bella hija pudo haber sufrido algo grave.

Y si preguntan por mi hermana, ella no me importa mucho, pues, a pesar de que era mi hermana menor, ella me maltrataba por no poseer un quirk, aunque claro esta que no era la única, pues su mejor amigo Bakugo Katsuki también aprovechaba su "gran quirk" para molestarme.

Me sentía patético saber que alguien menor que yo pudiera humillarme tan fácilmente, pero por desgracia así es mi vida, no bastaba con no tener un quirk, ¡No bastaba con que me molestaran! ¡También tenían que secuestrarme para usarme, y aun siendo un niño secuestrado, era inútil para ellos! . . . ¿Tan malo es ser quirkless?

Bueno lo dejo hasta aquí, ahora tengo que ir con Masamune-san para mi chequeo diario, ah verdad, vea su buzón, le deje unos chocolates que prepare. ;)

Narrador Omnisciente.

El pecoso cerro su cuaderno en el cual había escrito, al igual que se puso una chaqueta algo delgada, mientras que se miraba al espejo, para comprobar que no había llorado, para su fortuna, ninguna lagrima salió de esos ojos verdes opacos.

Camino con calma hasta llegar al ascensor, donde apretó el piso numero 2, lugar donde estaba la oficina de Masamune, el ascensor comenzó a bajar, aunque tampoco lo hacia tan rápido, pues para des-fortunio del pecoso, varias personas bajaban también, y bueno, era lógico, el no era el único que tenia hora con su psicólogo en esas horas.

Cuando por fin llego al piso 2, todos bajaron del ascensor, bueno no todos, pues tres personas se quedaron en el ascensor, seguramente iban para el jardín o la biblioteca, no era de gran relevancia.

El pecoso camino a paso calmado por los blancos y limpios pasillos, mientras veía a gente que lloraba, otros que se sentaban en el suelo agarrándose la cabeza, entre otras cosas, esas personas eran la que eran atendidos muy tarde, personas con una fragilidad mental tan grande, que cualquier cosa le recuerda ese trauma por el cual se encontraban viviendo el manicomio.

Izuku solo los miro, y luego siguió su paso, aun no podía acostumbrarse a ver a gente tan mal, pero mucho no podía hacer, lo único que estaba a su alcance, era la oportunidad de no quedar como ellos.

Luego de unos cuantos pasos llego a la oficina de Masamune, toco dos veces, pidiendo permiso de ingreso, el cual fue aceptado, con calma entro al lugar, y comenzó la sesión.

(Las sesiones me las saltare, pues no le veo importancia del momento, aparte que aun en las primeras semanas no tocan mucho el tema por el cual ingresaste, normalmente buscar familiarizarte aun mas al entorno, y sacar uno que otro dato (Claro que de la manera mas sutil posible))

Pasada casi una hora salió de la oficina con una sonrisa de satisfacción, hablar con ella era como hablar con un amigo, o eso creía, pues a fin de cuentas nunca tuvo uno con el cual poder charlar.