Helena

Capitulo 1

"Espero que el amor verdadero y la verdad

sean finalmente más fuertes que cualquier infortunio."

-Charles Dickens

...

¿En serio?

¿Mi historia comienza con un poema? No, no solo eso, ¿con un poema de amor?

Ridículo. Cliché. Poco original. ¿Dónde está tu creatividad, autor?

Patético.

Bueno, ya que mi historia comienza de forma tan... ñeh, les voy a dar un comienzo mucho mejor cortesía de su servidora.

O sea, yo, Helena; su dulce, divertida y carismática protagonista. Debo admitir que si algo hizo bien el autor fue darme esta personalidad tan encantadora. Te quiero autor.

Ok, aquí vamos.

Soy Helena Coleman y soy la protagonista de una novela juvenil.

¿Cómo lo sé? Les haré corta la historia; cuando tenía 12 años, estaba caminando por el vecindario donde vivía mi abuela (que en paz descanse) y me encontré con una rara venta de garaje. Digo que era rara porque tenían armadas tres mesas pero solo una de ellas estaba ocupada con un solitario libro. Por mera curiosidad, me acerqué y le pregunté a a mujer que estaba allí el porqué de las mesas vacías, dijo que llevaba todo el día vendiendo y lo único que quedaba era ese pobre y triste libro.

No era muy llamativo, para ser sincera. La portada era de color celeste y solo decía "Anónimo" en donde se supone debía estar el nombre del autor. Lo tomé y le di vuelta para leer de que trataba y, no les mentiré, me emocioné al notar que compartía nombre con la protagonista. Tal vez era el destino que me encontrara con ese libro, no todos los días encuentras un libro que tiene tu nombre en él. Saqué los 3 dólares con 49 centavos que tenía en mi desgastado pantalón y, sin pensarlo, se los di a la señora. Felizmente, corrí a la casa de mi abuela y me tiré en el sillón dispuesta a comenzar con mi lectura.

Al principio todo iba bien, no era lo mejor que hubiera leído en mi vida pero a esa edad me gustaba casi cualquier libro de romance así que al menos me entretenía mientras los adultos estaban muy en lo suyo como prestarle atención a la pequeña yo.

El problema comenzó cuando noté que mi nombre no era el único que aparecía allí... estaba el nombre de mi ciudad, el nombre de mis padres, el de mis amigos de la escuela y ¡también el de mi perrito!

¿Entre en pánico? Por supuesto que si.

Salí de nuevo en busca de la bruja que me vendió el libro (porque solo una bruja podría manipular mi mente para creer que de verdad había un libro con MI futura vida en el) pero al llegar a la casa esta estaba en un estado deplorable. Lucía como si llevara años abandonada... luego, gracias a los vecinos, me enteré de que así era.

Así que, en resumidas cuentas, nunca pude descubrir de donde había salido el libro. Busqué información por todos lados (bibliotecas públicas y páginas de internet) y no encontré absolutamente nada. Al final hice lo que cualquier preadolescente curioso hubiera hecho; continué leyendo.

Amé el libro. Una historia de amor adolescente donde tendría mi cantidad justa de felicidad, celos, inseguridades, lloriqueos, chicos que se pelearían por mí, frases épicas dichas por mi futuro amor, más lloriqueos, besos, escenas aptas solo para adultos y todo lo que una preadolescente podría soñar. Lindo, ¿no? Lo era las primeras veces que leí y releí el libro. No podía creer que mi vida sería una, según la pequeña yo, épica historia de amor.

Ahora han pasado cuatro, casi cinco, años desde entonces y la próxima semana comienzo mi último año en la preparatoria y déjenme decirles que, justo como cada novela juvenil, el mío comienza a mis casi 17 años. Justo el primer día de clases. Muy original autor, muy original.