Odio el hecho de que no soy una persona “normal”...
Apretó los libros que estaban en su pecho, mirando como USA junto a otros dos estaban agarrando las cartas que con tanto dolor y devoción escribía para Rusia, en ellas, un amor unilateral, un sentimiento de culpabilidad...
Un sentimiento de soledad.
Se acercó hacia los chicos, y con el coraje que nació, los encaró.
— ¡OYE HUEVÓN! ¡¿QUÉ AGARRAS MIS COSAS CONCHESUMARE?! — El grito de aquel peruano aturdió a los que estaban presentes, llamando la atención de cierto yankee.
El norteamericano sonrió con superioridad, y con las cartas en su mano se acercó al contrario, quien retrocedió unos cuantos pasos al ser más bajo, aquello era incómodo.
— Pero si es nuestro querido Perú... Vayas poesías tenías guardadas, eh... — Frunció el ceño ante sus palabras, y con molestia intentó agarrar las cartas.
— Que te importa... — Susurró con irritación el peruano, colocando su mano en el pecho del ajeno para alcanzar con más rapidez sus cartas, lo cual no funcionó, en su cambio, cayó.
El frío piso lo recibió con poca amabilidad, provocando que soltara un quejido por el golpe y por último, las risas no tardaron en llegar.
— Iugh, no me toques, se me puede pegar lo homo, que asco. — Habló con desagrado USA, lanzando las cartas del menor, quien simplemente se quedó en el suelo, escuchando las risas y burlas de esas personas que lo criticaban con la miradas, minorando su persona...
Eso era...
Así se vivía en aquella realidad, una en la cual el amar a alguien es condenado con eso... El repudio de la gente...
Era jodido aquello... Y las ganas de llorar querían ganarle... Pero se mantuvo fuerte... No valía la pena llorar frente ellos, no sé mostraría débil por más que lo quisieran... Tenía algo llamado orgullo y dignidad.
Con sus pocas fuerzas, intentó agarrar las cartas, que a pesar de todo, aún seguían aferrando su ser a aquellos recuerdos...
Que a pesar de todo, eran un motivo para seguir queriendo a alguien que no le daría lo que tanto anhelaba...
— ¿Qué está pasando aquí? — El lugar quedó en silencio, y con ello, sus movimientos se detuvieron.
No quiso levantar la vista, y la verdad, por más que supiera que era aquel ruso, no quiso recordarlo.
Y era un poco irónico, porque, ¿No se supone que lo ama a tal punto que no puede soltarlo, sin embargo, desea olvidarlo?
— ¡Rusia, querido amigo! — Exclamó divertido aquel estadounidense, rodeando el hombro del más alto con confianza. — ¡Déjame te cuento algo super divertido! Pues, como puedes ver... Él, está enamorado de tí, un poco asqueroso, ¿No?
Las carcajadas no demoraron en salir, y con ello, sus ganas de llorar aumentaron en el peruano, seguía quieto, sin hacer ningún movimiento, lo único que hacía su cuerpo era temblar al sentirse impotente por aquello...
¿Por qué tenía que ser tratado así? ¿Acaso había hecho algo malo a USA para que lo odiase a tal punto de herir su poca estabilidad emocional?
— ... USA, detente. — Las risas dejaron de escucharse, dejando confundido al mencionado.
— ¿Qué? — Preguntó desconcertado, frunciendo el ceño.
Perú tembló, intentando alcanzar la carta que estaba a unos centímetros de él, pero, alguien más los tomó.
Era él...
— ¿Estás bien? — El peruano alzó un poco la vista, mirando la sonrisa de aquel ruso, junto a ello, su carta.
Su vista se nubló ante aquel chico... Sus ganas de llorar habían aumentado... Y más por ver como mostraba una sonrisa sincera... Y unos ojos tristes...
— A ver, ¿Qué mierda Rusia? — USA rápidamente se paró al costado del ruso, quitándose los lentes con desesperación. — ¡¿Qué te está pasando?!
Rusia borró su sonrisa, volteando su cabeza para mirar al estadounidense, quien se puso nervioso por la mirada gélida del menor.
— Te dije que te detengas, ¿No? — Todos estaban en silencio, observando aquel momento curiosos.
Nuevamente volvió a mirar a Perú, quien lentamente fruncía el ceño, Rusia simplemente le extendió la carta, a lo cual el mayor lo tomó bruscamente.
— Gracias... — Murmuró con molestia, guardando todas las cartas en su mochila para levantarse e irse de ahí corriendo.
Todos seguían callados, mirando por dónde se había ido aquel cholito... Dolido y con ganas de lanzarse de un puente.
Rusia soltó un suspiro pesado, levantándose también para acariciar sus mejillas, algo cansado.
— Ahora explícame que mierda tienes. — Habló molesto el Yankee, a lo cual el contrario le respondió con un...
— Vete al carajo USA — Dicho esto, fue tras el peruano, corriendo lo más rápido posible.
Sí, ahí fue cuando Rusia dejó de ser amigo de USA para poder ser... Amigo de quién alguna vez, lo amó.
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𝐖𝐨𝐫𝐝𝐬 𝐎𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐈𝐧 𝐋𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫𝐬 - 𝘙𝘶𝘴𝘱𝘦𝘳
Fanfiction𝒴ℴ𝓊 𝒶𝓃𝒹 ℳℯ Dar notas anónimas suena tan cliché, así que Perú, por un intento raro, decide simplemente empezar a escribir cartas en las cuales describe como se siente cuando está junto a Rusia, uno de sus compañeros del salón, el cual al parecer...