Ángel Guardián [YIZHAN]

Te amo

POV ZHAN

Cada día que pasaba a su lado estaba más convencido de lo mucho que lo amaba, el que pudiéramos hacer cosas como personas normales hacía que nuestra relación se volviera más fuerte y aqui estábamos después de un año, siendo felices con la simple compañía del otro.

Hoy era nuestro aniversario pero decidimos pasarlo a solas en casa y cocinar juntos.

-- Lo vas a cortar así, ten cuidado con tus dedos no quiero accidentes-- le dije a Yibo mientras le explicaba como cortar las zanahorias.

-- Ajá-- respondió sin quitarme la vista de encima.

-- Ni siquiera te fijaste como hacerlo.

-- Claro que si-- dijo tomando el cuchillo de mala gana.

-- No me mientas, es más, ¿sabías que puedo leer tu mente?

-- No te creo.

-- Piensa en algo lindo.-- le dije y se me quedo mirando una vez más para después asentir con la cabeza.

--Estas pensando en mi-- le contesté levantando las cejas.

-- Eso es trampa, sabes que siempre lo hago-- dijo para pararse frente a mi arrinconandome entre la barra de la cocina y su cuerpo.

Puso sus manos en mi cintura y me ayudo a subir a la barra, abri mis piernas un poco para darle espacio de acomodarse, comenzó a desabrochar los botones de mi camisa y luego a besarme el cuello dejando pequeñas marcas, acomode mi cabeza hacia atrás para darle espacio. Subió a mis labios y nos besamos lentamente, disfrutando el momento. Poco a poco comenzó a intensificar el beso, su lengua y la mia parecía que estaban peleando, mordió mi labio inferior y estaba comenzando a sentir calor por todo el cuerpo cuando percibimos el olor a quemado.

-- Espera, algo se esta quemando.-- le dije mientras lo empujaba para bajarme de la barra.

Habia dejado cociendo el arroz y el momento anterior me habia hecho olvidar que tenia que apagar el fuego.

-- Bueno ya se quemo, ni modo, ahora si ¿en que nos quedamos?-- dijo mientras se volvía a acercar a mi.

-- Nos quedamos en que si no cocinamos rápido no vamos a cenar nada, deja de quitarme el tiempo y apúrate-- le dije en forma de burla.

-- Oye, te amo mi pedacito de cielo-- me dijo al oído mientras me abrazaba por la espalda.

-- Yo te amo más, mi ángel-- le conteste dándome la vuelta para besarlo.

-- Quizás la cena puede esperar-- le dije entre besos.