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"Nunca veré a tu familia más que la mía"

-MinHo, ya hablamos de esto. -Dijo Chan ya cansado de la pequeña discusión que se estaba formando.

-Ya le dije a mis padres que iríamos hoy a verlos, otro día podemos ir a la casa de tus padres. -Chan frunció el ceño.

-¿Y por qué mi familia es la que "podemos ir a ver otro día" y no la tuya? -MinHo hizo una mueca cansado, no le gustaba discutir con su novio. -Les dijimos a mis padres que iríamos hoy y punto. -Dijo harto.

-¿Entonces que les digo a mis padres ahora? Chan, no les puedo fallar ahora que ya deben estar preparando la cena.

La pareja se sentó en diferentes sillones con expresiones fastidiadas. El silencio reinó en el apartamento, ninguno dispuesto a hablar. Chan ya se estaba poniendo a morder las uñas, y MinHo movía sus piernas de forma ansiosa, a ninguno de los dos le gustaba ese ambiente, menos entre ellos.

MinHo fue el primero en hacer un sonido junto con una mueca, sabía bien que su novio era más orgulloso que él. -Uhg, por favor, Chan ¿Podemos intentar arreglar este problema?

-¿Y cómo arreglamos esto? Nuestros padres nos van a querer matar si les decimos que no iremos ¿Qué propones para que nadie se enoje? ¿Sentarlos en la misma mesa? -Dijo sin darle mucha importancia a su comentario. MinHo abrió sus ojos interesado, no era una mala idea.

-¡Eso! ¿Cómo no lo habíamos pensado antes? -Sonrió.

-Espera ¿De qué hablas?

-Digámosle que vengan para acá y cenamos todos juntos, así ambos vemos a nuestros padres al mismo tiempo. -Chan quedó pensativo, pronto asintió de acuerdo con el menor. -Amor ¡Eres un genio! -MinHo se acercó a Chan y lo besó rápido, al alejarse fue a buscar su teléfono, tenía unas llamadas por hacer. El rubio seguía en el sofá perplejo ¿Qué acababa de hacer?

De cualquier forma se levantó y tomó su celular para llamar a su madre y decirle que mejor vinieran a su apartamento. Y aunque le parecía una locura, quizás era la mejor decisión.

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MinHo sonriente abrió la puerta al tener ya a sus padres y suegros enfrente de él. Abrazó a cada uno mientras iban entrando al apartamento, dándoles una cálida bienvenida.

Cerró la puerta y se quedó en salón hablando con sus padres, mientras que sus suegros iban a la cocina a dejar unas bolsas con comida y saluda a Chan.

Empezaron a poner los platos y servir la comida y el vino en las copas, excepto a los que iban a manejar luego, por supuesto. Se sentaron alrededor de la mesa, listos para empezar a comer.

-¿Cómo va la boda? -Preguntó emocionada la madre de MinHo con la ceremonia.

-Falta elegir el color de la torta, nuestros trajes y las invitaciones, el resto ya está listo. -Anunció MinHo.

La señora Bang sonrió feliz. -Entonces ¿Para cuando es la boda?

-El cuatro de septiembre. -Respondió esta vez Chan.

-¿Y los anillos? Hay una joyería que hace unos anillos hermosos, pero deben pedirlos como con un mes de antelación. -Habló el padre de Chan recordando la joyería que vio esa tarde.

-¿La joyería Park? -El hombre mayor asintió.

-No te preocupes, ya pedimos los anillos.-Dijo Chan tranquilizando a su padre.

Los anillos serían un poco delgados de oro con los nombres del otro escrito dentro de forma elegante y en cursiva.

La ciudad sería al aire libre fuera de la ciudad. El lugar parecía un jardín botánico por lo grande que era, pero ese lugar estaba únicamente reservado para bodas. El que entregaría los anillos sería SeungMin, y los testigos serían HyunJin y ChangBin.

El menú estaba decidido, coincidiendo con los gustos de cada invitado, lo cual fue más complicado de lo que pensaban. Tuvieron que pedir que cada invitado les diga sus gustos y alergias, no querían que su día hermoso se convirtiera en una tragedia.

¡Oh! Y la torta... Eso si fue complicado. Cada invitado tenía una torta favorita distinta, tuvieron que buscar una que calzara con los gustos de cada uno, y eso no fue una tarea muy fácil que digamos.

Cada vez que pensaban en los preparativos y todo lo que se demoraba en preparar una ceremonia que duraría un día querían tirar todos los catálogos por el balcón y solo casarse rápido en su apartamento, aunque sabían que al final del día lo que desearon era una completa mentira. Quizás sería una ceremonia que no duraría más de nueve horas, pero sería el día donde se iban a prometer un amor eterno y sincero, querían tener un lindo recuerdo de su día.

-Quiero hacer un brindis por nuestros hijos que se casaran. -Se levantó el padre de MinHo alzando su copa que solo estaba llena con jugo de piña.

Los demás también se levantaron alzando sus copas. -No saben lo que se les viene. - Dijo el padre de Chan de forma cansada, aunque solo estaba fingiendo. Su esposa le pegó suave en el brazo a su esposo. El mayor solo rio burlón,  dándole un beso en la cabeza a la mujer.

-Salud. -Dijo la madre de MinHo con su hermosa sonrisa.

-¡Salud! -Dijeron todos al unísono. Y los prometidos felices sabían que pronto, el próximo brindis, sería en su boda ya casados.

Dear Future Husband [MinChan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora