—¿A dónde vas?—preguntó YoonGi, envolviendo su cuerpo con las blancas sábanas de la cama mientras observaba a su pareja colocar su ropa en su maleta de viaje.
—Prometo regresar pronto.
—Pregunté a donde ibas.
—Escuché sobre unas olas que eran muy buenas para practicar.
—¿En dónde?
—En Hawai...
YoonGi lo miró perplejo por varios segundos y Taehyung habló.
—Amor... Regresaré pronto, enserio...
—¿Qué tan pronto?
—Un par de días...
—Eso dijiste la última vez, ¿recuerdas?
—YoonGi...
—Tres meses, te fuiste por tres meses, donde por dos semanas, no supe absolutamente nada de ti.
—Prometo que esta vez será diferente.
—¿Y si no?, no puedo seguir así, Taehyung, no puedo seguir viviendo con la angustia de saber si estás bien cada vez que te vas, de pasar noches enteras sin poder dormir pensando si en uno de tus tantos viajes—su voz se quebró, hablando entrecortadamente—simplemente un día, tu ya no volverás.
—Amor, no digas eso, tu sabes que volveré, siempre lo he hecho, y lo seguiré haciendo.
—No Taehyung, ya no más.
—¿Qué quieres decir?
—Justo lo que acabas de oír, no pienso esperarte más, me cansé.
—No entiendo.
—Te estoy dando a elegir, Taehyung.
—¿Cómo que elegir?
YoonGi asintió
—Yo, o el mar.
Taehyung se rió
—Vamos, no digas esas cosas, sabes que no me gustan esas bromas.
Taehyung miro la cara de seriedad de YoonGi y su sonrisa se esfumó
—Espera, ¿lo dices enserio?
—Nunca hable más enserio en toda mi vida.
—Pero, tu sabes lo importante que es el mar para mí, sabes como he practicado toda mi vida para ser el mejor surfista y así poder romper el mejor récord y conseguir un reconocimiento por ello, y tal vez así, pueda dedicarme a eso, un trabajo real YoonGi, donde me paguen por hacer lo que amo. No puedes pedirme que renuncie a mi sueño.
—¿Y que hay de mi, Taehyung?, ¿qué hay de lo que yo quiero?, acaso...¿Yo no soy importante para ti?
Taehyung desvío la mirada antes de mirar el reloj en la pared, sosteniendo con firmeza el boleto de avión en sus manos.
—Lo siento YoonGi, no tengo tiempo para discutir de nuevo sobre esto, ya lo hemos hablado, pero veo que simplemente no lo entiendes —dijo para dirigirse a la salida—tengo que irme, el avión se irá dentro de poco, regresaré en un par de semanas—fue lo último que dijo antes de salir de la casa.
YoonGi lo miró, un sentimiento de desilusión y dolor instalándose en lo más profundo de su ser mientras dejaba caer las lágrimas que había estado reteniendo desde hace bastante tiempo.
—Así que está es tu respuesta...
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