Albus y Minerva

Valiente

Valiente

Albus Dumbledore aquella mañana como en los anteriores días no se había encontrado bien, no entendía aquella sensación de desasosiego, tristeza y pocas ganas de hacer las cosas, preocupación y temor, entro a su despacho y vio su correo y el profeta envuelto, miro de quienes eran las cartas y si había algo importante, pero al ver que era el correo de simples colegas decidió mirar las noticias de lo que estaba pasando en el mundo fuera de aquellas paredes del castillo, cuando cogió el periódico temió algo en su corazón se instaló un dolor y sin más miro la portado y tuvo que sentarse, sin más salido de su despacho llego hacia el despacho del director, no supo cómo es que pudo caminar o como le llevaron sus piernas hasta aquellos escalones y tampoco supo cómo dijo la contraseña subió las escaleras, toca la puerta y entro sin esperar que le digan algo

Buenas días profesor Dumbledore - hablo Dippet

Y es que el director del colegio Hogwarts de magia y hechicería ya sabía el motivo de la visita de su compañero de trabajo, el mismo había visto también el profeta donde salía la reseña de los que acaban de llegar gravemente heridos al hospital San Mungo.

Buenos días director Dippet, venia porque necesito salir ahora mismo del castillo - pidió Dumbledore completamente nervioso y preocupado su piel de por sí ya blanca en esos momentos casi se podría decir que se encontraba transparente

Algún problema tiene profesor Dumbledore - hablo Dippet haciendo ver que él no sabía nada de lo que estaba pasando

Si yo... bueno... necesito ir a San Mungo a ver a Minerva Mcgonagall sale en el profeta que está muy grave y bueno yo... - hablo Dumbledore

Está bien, seré yo quien imparta la clase solo por esta vez profesor Dumbledore - hablo el profesor Dippet

Muchísimas gracias, en serio - hablo con nerviosismo y preocupación en su voz Dumbledore

El director le facilito el transporte diciéndole que por su chimenea podía llegar al hospital, y sin más se dirigió hacia la chimenea del director cogió un puñado de polvos Flu y entro en la chimenea y con la voz muy clara dijo:

Hospital San Mungo de enfermedades y heridas mágicas

Al llegar se informó sobre donde estaba internada la paciente Minerva Mcgonagall, se dirigió con paso firme a la plata tres ala 6 donde se trataban los casos graves con enfrentamientos con mortifagos, no podía dejar de pensar en todos esos momentos que vivió con ella y sobre todo lo más especial que era su mayor tesoro aquel apasionado beso que se dieron en la torre de astronomía en la noche del baile de la graduación, al llegar a la planta empezó a buscar la habitación 367, al llegar se dio cuenta de que estaba fuera los padres de Minerva y estaba Pomona y su marido; Pomona al verlo llegar se acercó y lo abrazo, después de esto Dumbledore comenzó a llorar como un crio su mayor pesadilla se cumplía ella estaba herida de gravedad y nadie decía nada.

Parecía que pasaran horas cuando tan solo pasaban minutos, Albus necesitaba saber qué hacía Minerva en aquel lugar, que hacía el amor de su vida en medio de una batalla entre aurores y mortifagos, se había acercado a hablar con los padres de ella, pero sabía que no sería buen momento para preguntarle porque Minerva está en aquel lugar la única que le podía responder a sus preguntas era Pomona.

Pomona me acompañas a por unas bebidas - pidió Dumbledore

Al momento Pomona entendió que lo que quería hacer Albus era hablar, se soltó de los brazos de su marido, le dio un casto beso y un "ahora vuelvo" y sin más siguió a Albus hacia uno de los tantos miles pasillos que tenis el Hospital Sam Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas,