Capitulo 1.

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|Odio que me hagas amarte|Fuego Incesable|Capitulo 1.

Me quedé unos segundos en silencio, intentando procesar lo que estaba pasando, asimilarlo, y por más que lo intenté, no, no podía ¡No podía aceptarlo! Era una completa locura, ella….ella no… no podía haberse ido…no podía.

-¡Justin! ¡_____! ¡Por el amor de dios, se enfriará el desayuno!-Gritó Adelia desde abajo-

Cerré los ojos apretando la carta contra mi pecho, apretarlo por evitar esos puñales justo en el pecho, que dolían…Dios, dolían ¡Dolían demasiado! No podía soportarlo.

-¿Sucede al…?

Escuché su voz frenarse en seco, de la impresión, la angustia, la sorpresa, todo.

-¿Qué… fue lo que… pasó?-Preguntó con dificultad, tartamudeando-¿Dónde está ______? ¿Sus cosas? ¡Todo!

No pude responderle enseguida, mi mirada vagaba por todo el suelo de la habitación con aroma a rosas, como el perfume de _______, con su esencia, con su presencia, con todo.

-_______…-Murmuré intentando buscar las palabras adecuadas, ¿Pero cómo le iba a decir, que su única hija, se había marchado para siempre?-

-¿______ qué?-Preguntó firme-

-Ella…ha… es-No, no podía, no encontraba las palabras-

-¿¡Ella qué, Justin!?-Gritó-

-¡Se fue! ¡Se escapó!-Grité mientras tapaba mi rostro con mis manos-

Esas dos simples frases bastaron para que Adelia comenzara a soltar abundantes lágrimas, cayendo de rodillas al suelo, tapando su cara con ambas manos.

-¡No puede ser! ¿¡Dónde y por qué mierda se fue!?

Me levanté y abracé a Adelia, intentando calmarla, pero yo era el menos indicado en ese momento para hacerlo.

-Adelia, tranquila-Le dije-

-¡No puedo, no puedo maldita sea!-Gritó-

“Solo hay una sola cosa que odio de ti y que hace la diferencia, simplemente odio que me hagas amarte”

La oración se repetía constantemente en mi cabeza “Odio que me hagas amarte”.

Ella está enamorada de mí.

¿Tenía esto, acaso algún sentido?

¿Su huída?

¿Su carta?

¿Su confesión?

¿Los miles de sentimientos que se estaban acumulando en mi cuerpo?

¿Acaso tenían sentido alguno?

¿Por qué me duele, por qué me duele tanto?

No quería perderla, no quería olvidarla, no quería dejar de escuchar su voz, no quería dejar de ver sus ojos, no quería dejar de probar sus labios, no quería dejar de sentir su cuerpo. ¡Maldita sea! ¡No! ¡No quiero!

No quería aceptar que el porqué de mi enojo, mi tristeza, el dolor en mi pecho, significaba algo mucho más que solo perderla, no quería aceptar que todo este tiempo…

¿La amé?

Odio que me hagas Amarte 2 [Fuego Incesable]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora