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El día de su funeral, en la noche, tomaste tu almohada y te fuiste sin decir nada.

Yo tampoco lo hice, creí que necesitabas espacio, y te lo cedí.

Pasaron dos semanas en las que sólo nos veíamos en el desayuno.

Intentaba hablarte, pero siempre te marchabas.

Tal vez aún necesitabas espacio.

Always with YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora