hurtful person; capítulo único

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«Pronto pasaré por ti» Releyó el mensaje

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«Pronto pasaré por ti» Releyó el mensaje. Una y otra vez-... intentando esperar con el mismo ánimo inocente del primer día. Algún mensaje, o al menos una llamada perdida, pero ya había terminado la semana sin señales de su madre.

Había dejado hechas sus maletas por si su "pronto" sería en un par de días más porque no lo ilusionaría de nuevo ¿verdad?

Aunque quisiera creerlo ciegamente, era lo de siempre, dolía volver a confiar en su madre con todo el amor que le reservó desde el internado en Suecia hasta que terminó en Japón. No era distinto de aquellas veces, pero ahora era más consciente de sus mentiras descaradas.

No lo creía. No. No podía creerlo y rio molestó intentando pensar en todo a la velocidad de la oscuridad sentado en la cornisa de la ventana de su habitación. Un verano más encerrado en ese maldito internado. No quería creerlo, no lo haría echándose a llorar quedito, recostado en el marco balanceando sus pies descalzos.

Un escalofrío tensó su columna incluso si el sol del tibio ocaso tocaba sus pies y tobillos desnudos dejados en el aire. «A él le gustan» pensó, riendo y sintiendo el corazón apretado.

Su mirada cristalizada intentaba enfocar a sus pies pálidos y esbeltos para distraerse de todo ello, y como había pensado, a Hitoshi le gusta sus pies fríos y descalzos al hacer el amor. No sabía si era eso lo que hacían porque él nunca tuvo un punto de referencia de lo que el amor era más que sus noviazgos de una semana en Suecia, y el único en Japón que lo confortaba de todas las maneras posibles desde el primer año en UA y sin permitir que nadie más tuviera algo amoroso con él. Irónico.

Quizá por ser bueno en la cama no lo permitía alejarlo. Tenía lógica en su modo de pensar. El amor en su vida era un intercambio de intereses a conveniencia. Él ya estaba comprometido con la hija de un importante político coreano y para él era eso. No sabía cómo nombrar lo que tiene con Hitoshi pero amarlo por ratos no era lo que merecía, y siguió balanceando sus pies afuera de la ventana, esperando a Hitoshi, y deseando un impulso de valentía, o cobardía, para dejarse caer a pedazos junto a sus ilusiones de cristal.

Cuanto desearía llorar pero él nunca llora. Nunca. Al menos, no en público ahogando los nudos atados en el fondo de su garganta. Se sentía muy mal y estaba seguro que se veía peor.

Respirar empezaba a ser difícil y tenía un sólo pensamiento que se volvía constante, hasta el punto de tenerlo como necesidad para aliviar el dolor emocional que por tantos, tantísimos, años ha reprimido en su pecho pero tener los pies así le daba una sensación ilusoria de calma hasta que el dolor punzante volvía en vaivén. Se percató de inmediato que Hitoshi lo miraba desde la base del edificio, con el dedo corazón alzado en una protesta a su destructiva actitud de mierda, haciéndolo sonreír con ironía, antes de verlo ingresar al edificio.

Una lágrima primeriza se deslizó por su mejilla y fue borrada de inmediato en el momento que Hitoshi entró por la puerta, viéndolo de espalda y cerrar con el pestillo puesto.

Hurtful person | ShinMonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora